Siete cosas que puedes hacer para que tu metabolismo funcione al máximo
Gracias a la práctica de ejercicio físico habitual conseguimos mantener el metabolismo activo incluso cuando estamos en reposo, de forma que favorecemos el gasto energético.
El metabolismo agrupa una serie de procesos químicos que, al transformar los nutrientes en fuentes de energía, ayudan a mantener un peso saludable, los niveles de glucosa estables y una buena salud cardiovascular.
El ritmo con que funciona varía en cada organismo y, de hecho, en este influye la edad, el sexo, el estilo de vida y varios aspectos relacionados con la salud.
Por este motivo, mientras que en algunos funciona sin problemas, incluso con el paso de los años, otros tienen que buscar soluciones para “impulsarlo” y evitar complicaciones por su trabajo lento.
Por fortuna, son muchos los hábitos que, incluidos en la rutina diaria, ayudan a promover su buen funcionamiento para controlar el peso y evitar enfermedades.
En esta oportunidad te compartimos 7 cosas con las que puedes hacer que trabaje al máximo.
- Desayunar cada mañana
El consumo diario de un desayuno saludable es uno de los hábitos claves para mantener en equilibrio la actividad del metabolismo.
Los nutrientes que se obtienen durante esta primera comida del día son una fuente de “combustible” para las células y, por lo tanto, ayudan a tener un óptimo gasto energético.
Este debe aportarle al cuerpo el 25 % de las calorías totales diarias y, además, debe contener proteínas, fibra y una pequeña dosis de ácidos grasos esenciales.
- Controlar el consumo de grasa
Aunque no es correcto eliminar la totalidad de fuentes de grasa de la dieta, controlar su consumo puede contribuir significativamente al buen funcionamiento del metabolismo.
El organismo consigue quemar más calorías cuando, en lugar de absorber grasas en exceso, obtiene proteínas e hidratos de carbono de fácil asimilación.
Esto explica por qué, aunque se consuman menos calorías mediante fuentes de grasa, es más fácil perder peso cuando se comen más calorías de alimentos que apenas contienen este nutriente.
- Hacer ejercicio físico
Si de aumentar el ritmo del metabolismo se trata, la práctica diaria de ejercicio físico es uno de los hábitos imprescindibles para lograr buenos resultados.
El cuerpo quema calorías de forma constante, aunque esté en reposo. Sin embargo, si se estimula con ejercicio, conseguirá un mayor gasto energético.
Los beneficios son aún mayores cuando se combina la actividad cardiovascular con el entrenamiento diseñado para aumentar la masa muscular.
- Consumir agua
El metabolismo es mucho más lento cuando el organismo está deshidratado.
El cuerpo necesita agua para mantener un óptimo transporte de los nutrientes y el oxígeno hacia las células del organismo.
La falta de fluidos incrementa la acumulación de toxinas en la sangre y la susceptibilidad a sufrir problemas metabólicos.
Es necesario garantizar la ingesta de unos dos litros de agua al día.
- Hacer comidas pequeñas
En lugar de hacer comidas abundantes, solo 2 o 3 veces al día, lo ideal es dividir las porciones para comer alrededor de 5 o 6 platos diarios.
Con este método de alimentación se aumenta el gasto calórico al estimular continuamente el metabolismo y, por lo tanto, es más fácil bajar de peso.
Es ideal para mantener un buen nivel de energía física y mental, y, de paso, controlar la ansiedad.
Sin embargo, la ingesta total de calorías no debe ser inferior a 1500, puesto que ralentizaría la tasa metabólica.
- Controlar el consumo de carbohidratos
El tema del consumo de carbohidratos es un poco controvertido y, de hecho, puede variar de acuerdo a los requerimientos de cada persona.
Sin embargo, por regla general, se recomienda ingerir fuentes de carbohidratos de bajo índice glucémico, es decir, aquellos que son más ricos en fibra.
Este nutriente, que es una de las principales fuentes de energía, puede obtenerse de los cereales integrales, las frutas y los vegetales.
Se deben evitar opciones como los dulces, los productos de panadería y los cereales refinados.
- Ingerir té verde
No existe una bebida o suplemento milagroso que ayude a perder peso. Por lo menos, no de forma saludable.
El té verde es uno de los complementos de origen natural. Por sus propiedades, estos puede apoyar la dieta para aumentar la pérdida de peso.
Si el objetivo es potenciar el funcionamiento del metabolismo, se recomienda consumir 2 o 3 tazas de té verde al día.
Nota: No se recomienda esta bebida en caso de hipertensión, anemia y embarazo.
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