ACTO EN ESCUELA MAGNASCO, EX CENTRO DE DETENCIÓN
La Escuela Magnasco de Ovidio Lagos y Zeballos fue escenario ayer de un acto de desagravio, organizado por la secretaría de Derechos Humanos de la provincia. En el lugar funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura, y nunca se había realizado actividad oficial alguna para denunciarlo.
Organismos de derechos humanos, legisladores, funcionarios y concejales apoyaron con su presencia el acto organizado en la planta alta del edificio, por cuyo subsuelo pasaron entre otros Jaime Dri, un sobreviviente de la Quinta de Funes. “Ojalá que estos procesos sirvan para convencernos de que no debemos llegar a esos límites de destrucción física, psicológica y económica”, expresó Dri, desde Panamá, quien había revelado la existencia de este centro de torturas en el libro de Miguel Bonasso Recuerdo de la muerte.
El escritor también envió su adhesión en la que remarcó “hasta qué punto había llegado la perversidad de aquellos que decían defender el ‘ser nacional’, usando como campo de concentración una escuela”.
Darwina Gallichio en representación de Madres de Plaza 25 de Mayo, la diputada provincial del ARI Alicia Gutiérrez, querellante en la causa Quinta de Funes, Nadia Schujman, abogada de HIJOS, miembros del Colectivo de ex presos políticos, los concejales Alberto Cortes y Fabio Gentilli -docente de esta escuela-, la directora de la Región VI Adriana Bertolotti y Víctor Aleprandi, subsecretario de Derechos Humanos de SantaFe, ocuparon la planta alta junto a alumnos del EEMPA Nº 1299.
El acto contó con la palabra grabada de Dri quien desde Panamá manifestó su beneplácito por “estar presentes en recordar y traer a la memoria hechos tan dolorosos para el pueblo argentino. Tener el privilegio, la suerte, de poder estar ya que el resto de los que estuvimos allí están desaparecidos y hasta el día de hoy los responsables, desde Galtieri a Jáuregui no han dado explicaciones de dónde están todos esos compañeros”.
Dri manifestó su “sorpresa de estar vivo y ver el inicio de los procesos a los responsables de ese tipo de acciones que atentan contra todos los principios elementales de la humanidad”. Y en este sentido celebró “poder ver que se saca la historia argentina a la luz, para que las nuevas generaciones puedan conocerla, procesarla, razonar y encontrar una explicación”.
Dri remarcó que “esto no se trata de venganza. Se trata de que la historia sea clara para los que pasaron, para los que no están y para los que vienen. Porque una sociedad no se puede construir negando la historia, tratando de olvidar, pasando por arriba. No hay que olvidar, no hay que pasar, hay que procesar y hay que hacer Justicia”, aclaró. “Creo que sobre esas bases es que una sociedad va a poder reconciliar y va a poder construirse con esperanza, con alegría, en un marco de tolerancia”, destacó.
Dri había recorrido el 16 de diciembre tres centros clandestinos de detención donde estuvo detenido durante la última dictadura: la Quinta de Funes, ubicada en diagonal San José y ruta 9; La Intermedia, una casa ubicada sobre la autopista Rosario-Santa Fe, frente al Automóvil Club Argentino en la zona de La Ribera, y la Escuela Magnasco. Lo había hecho acompañado por Cecilia Nazábal, Alicia Gutiérrez y Eduardo Toniolli, además del entonces juez Omar Digerónimo y su secretario Guillermo Toledo.
Por su parte Bonasso envió su adhesión donde confesaba su “profunda conmoción frente la ceremonia reparatoria de esta escuela. Es un hecho trascendente para la recuperación de la memoria histórica y para la formación democrática de las nuevas generaciones”. Y remarcaba el hecho de que “una escuela haya sido usada como campo de concentración muestra hasta qué punto llegó la perversidad de aquellos que decían defender el “ser nacional”. Que hoy la recuperen en plenitud para restituir sus aulas al destino de instrucción pública para la que fue creada, los enaltece”, señalaba.
La ministra de Educación, Carola Nin, envió su adhesión y espera que “el 2005 se constituya como el Año de las Memorias, porque debemos mantener la memoria de los mártires de la última dictadura militar, la memoria de los compatriotas que dieron su vida en la gesta de Malvinas y otras: nuestras memorias”, argumentaba. Justamente la placa colocada señala: “Aquí, donde la dictadura torturó, nuestra memoria dice presente. En cada aula construimos el futuro. Gobierno de la Provincia de Santa Fe. Marzo de 2005”.
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