Argentina y Uruguay intentarán avanzar con el plan de monitoreo de Botnia -UPM
Las declaraciones de Timerman siguen generando malestar.
Este viernes puede ser clave para que se dé el acuerdo entre Argentina y Uruguay con el fin de alcanzar un plan de monitoreo de la planta de Botnia -UPM. Tras la prórroga solicitada por el país que preside José Pepe Mujica, el comité científico binacional tendrá plazo hasta el viernes 12 para presentar el proyecto a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). Entre tanto, según asegura la prensa uruguaya, crece en el gobierno la preocupación por el desgaste de la relación bilateral y se mantiene el malestar con el canciller argentino, Héctor Timerman, por sus publicaciones en Twitter. Está previsto que esta tarde el vicecanciller uruguayo, Roberto Conde, se comunique telefónicamente con su par argentino, Alberto Dalloto, para coordinar una agenda de trabajo, con el objetivo de que el comité científico acuerde un plan de monitoreo antes del viernes 12, tal como pactaron las partes el pasado martes en la ciudad de Buenos Aires.
Para Conde, “aquí no hay ningún conflicto entre los países, lo que existe es una insuficiencia en el trabajo del comité científico”; aunque reconoció que “si en diez días no se logra unificar el proyecto, entonces sí esto se transforma en un incumplimiento”.
Ayer, según publica el portal digital El Pais, el canciller Luis Almagro fue consultado por diputados de la oposición acerca de la marcha de la situación con Argentina y fue bastante parco en sus respuestas. Dijo, apenas, que confía en que se logre el acuerdo dentro del nuevo plazo previsto.
La diferencia
Una diferencia sustancial entre lo que proponen los científicos argentinos y los uruguayos reside en lo que se debe medir en los controles ambientales que se realicen en ambas márgenes del río Uruguay.
Así, mientras la delegación argentina pretende incluir en las mediciones la emisión de gases y de agua -cuestiones para las que no habría estándares internacionales que permitan definir si las muestras que se toman son normales-; los científicos uruguayos no aceptan medir nada que no esté claro en los estándares de uso mundial cuándo es contaminante.
De todos modos, hay un tema de fondo, que trasciende esta negociación: el desgaste en las relaciones bilaterales. Si bien en algunos temas se registran avances, en otros no ocurre lo mismo, o al menos al ritmo que se espera.
El brindis de UPM
Este jueves a la noche, en el brindis por los 20 años de UPM en Uruguay, el gerente general de la empresa, Ronal Beare, eludió las preguntas sobre las diferencias de criterio por el monitoreo. “La empresa definió que no se va a pronunciar al respecto”, reiteró Beare, ante el acoso de la prensa nacional e internacional.
El mismo discurso adoptó el ministro de Ganadería de Uruguay, Tabaré Aguerre, único representante del Gabinete en el brindis en el Club de Golf. Aguerre sólo se refirió a la importancia de las inversiones como la de la ex Botnia y se sacó el peso de encima expresando: “Si bien el gobierno es un equipo, este tema lo maneja Cancillería y no tengo nada para agregar”.
Malestar con Timerman
La manera en la que el canciller argentino Héctor Timerman abordó el tema del monitoreo, no sólo causó malestar en Uruguay, sino que tampoco habría caído bien entre miembros del gobierno argentino que consideran “un gran paso” el reestablecimiento de la relación con Uruguay desde la asunción de Mujica.
Timerman ya había abierto algunos frentes en la interna del gobierno en los últimos días. Su postulación de Cristina Fernández a la reelección en 2011 a horas de la muerte de Néstor Kirchner provocó que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, salieran a decir que no era el momento para hablar de candidaturas. Timerman respondió vía twitter: “No necesito esperar: para Cristina la reelección. Así continuamos por el camino que ella lidera hoy”.
Pero Timerman continuó echando leña al fuego acerca del diferendo por el monitoreo de la planta de UPM, y ayer en su cuenta de Twitter, en un mensaje que tituló “Sobre Botnia”, dijo que “el acuerdo de los presidentes (Cristina Kirchner y José Mujica) especifica el uso de sensores y evaluar emisiones gaseosas”; y concluyó con ironía: “Si hubo cambios no me avisaron”.
En un mensaje anterior, en la víspera, había escrito: “Le envié al presidente Mujica el proyecto de monitoreo argentino para que lo evalúe. Uruguay no presentó nada en 60 días y por eso pidió 10 días”.
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