Café de la Flor: juzgan a un inspector por la muerte del músico
“En la noche de Rosario nada cambió”, dice un compañero del músico muerto en el Café de la FlorJoel Pereyra, integrante de Raras Bestias, valoró el inicio del juicio contra un inspector municipal acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Pero aclaró que el máximo responsable fue el dueño del local.
Comenzó el juicio oral por la tragedia del Café de la Flor en la que murió electrocutado el músico Adrián Rodríguez, de la banda Raras Bestias, durante un recital. Por este caso es juzgado el inspector municipal Andrés Akerman.
En el arranque del debate, la fiscalía solicitó para Akerman una pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional y diez de inhabilitación por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Mientras que la defensa pidió su sobreseimiento, al considerar que Akerman controló el local siete meses antes del accidente.
Minutos antes del inicio de la audiencia, Joel Pereyra, integrante de ese conjunto de rock Raras Bestias, advirtió que “muchas cosas de la noche de Rosario no han cambiado”, pero de todos modos se mostró conforme con el inicio del juicio más allá de las demoras”.
La tragedia y sus responsables. El hecho sucedió la madrugada del 12 de octubre de 2015 cuando la banda Raras Bestias se presentaba en el local de Mendoza 682. En un momento del recital, Rodríguez recibió una terrible descarga de energía y murió en el acto.
Además de Akerman, por este caso también están acusados el propietario del Café de la Flor Ariel Scharf y el electricista Fernando Campodónico. Pero ambos serán juzgados el año que viene por homicidio culposo.
En declaraciones al programa “Zysman 830” que se emite por La Ocho, Pereyra remarcó que el juicio “algo que se venía esperando hace tres años. Estamos ansiosos porque este juicio era algo que estábamos esperando y se demoró un poco. Pero es positivo que empiece”, afirmó el músico.
El músico remarcó que más allá del juicio contra Akerman, la banda considera que “el mayor responsable de la muerte de Adrián fue el dueño del Café de la Flor, Ariel Scharf, quien no puso un disyuntor para ahorrarse unos mangos y todo terminó con Adrián muerto”.
Seguridad en recitales
Al ser consultado sobre si la tragedia del Café de la Flor forzó cambios en la forma de realizar controles en los locales, el integrante de Raras Bestias afirmó que todo seguía igual.
“¨Todo se sigue manejando igual. En la noche de Rosario no cambió nada. No sabemos cuántas inspecciones hay, pero cuando vas a tocar es más o menos lo mismo. Tenés que pagar para tocar. Y en cuanto a seguridad, cada músico sabrá qué hacer”, remarcó.
Y en ese sentido, Pereyra aseguró que su banda, al volver a los escenarios, tuvo que confeccionar su propio tablero, que llevan “a todos lados para enchufarlo a los equipos. En caso de que vuelva a haber una instalación precaria, mismo sistema salte los tableros y así no tenemos que lamentar pérdidas”.
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