Casi un clásico
Está claro que el clásico de Colón se llama Unión y que el clásico de Atlético, en Rafaela, es el “9”. Pero también es cierto que siempre el choque de los dos equipos santafesinos con “La Crema” es especial por la cercanía entre las dos ciudades. En los últimos tiempos, puntualmente Rafaela-Colón se llenó de condimentos especiales, por lo que pasó adentro y afuera de la cancha. Este domingo, desde las 18, el estadio de calle Dentensano reeditarán el cruce y pondrán en juego tres puntos que para muchos pueden valer directamente seis pensando en la parte baja de los promedios y esos cuatro lugares del descenso.
Rafaela, que perdió injustamente con River en el Monumental con un tiro libre de rebote, está revitalizado y mejorado, por más que soñar con la salvación es casi un milagro. Colón, que arrancó con viento a favor, quiere que esta llovizna de dos partidos seguidos que se perdieron (Vélez en Liniers y Patronato en Santa Fe) no se transforme en un fuerte tormenta de verano.
“Está bastante definido el equipo, siempre dependemos de como se despierten al otro día los jugadores. Ojalá sigan las actuaciones como las que hicimos ante Patronato”, expresó ayer Paolo Montero mezclando lo que pasó (la derrota de local ante los de Paraná) y el optimismo por lo que viene.
De cara al cruce con los de Llop, el entrenador charrúa decidió cambiar los nombres y el esquema. Volverá a defender con cuatro atrás (sale Ortiz e ingresa Iberbia), lo recostará a Ledesma por la derecha, mantiene el doble “5” y pone un punta más arriba para que Blanco no quede tan solo (será el pibito Sandoval el socio del “Sungui”).
“Las variantes se deben al hecho que es una cancha muy chica, se juega poco y me pareció que ir con una línea de tres se hacía apretado. Lo importante es como se muevan dentro de la cancha”, explicó el ex zaguero del fútbo italiano, hoy entrenador sabalero.
Las dimensiones de la cancha le darán a Ledesma el respaldo de Ceballos en su espalda y al paraguayo Torres la posibilidad de pegarle al arco unos metros después de pasar la zona del círculo central.
Enfrente, con varias bajas, estará Rafaela: “Vi el partido contra River y no mereció perder y en su casa vimos el partido con Racing. Es un equipo que sabe sus limitaciones”, explicó Montero del rival de turno.
Como todo equipo del fútbol argentino que pierde dos partidos seguidos, el tercer juego que asoma para Colón —en este caso, Rafaela— siempre es “especial”. Y Paolo Montero habló de este momento de su equipo: “La relación con los dirigentes es espectacular, estoy acostumbrado a estas situaciones de stress. Con el “Chengue” nos movemos mejor en estos momentos de presión, no me afecta y no escucho a la prensa. Hemos pedido cosas y se han resuelto, pedimos materiales y están. Nunca hubo un problema, tenemos buena relación”.
Luego, a la hora de hacer nombres propios, Montero fue contundente: “Me llevo bien con los dirigentes y con el que más hablo es con Horacio Darrás, que es quien viene a los entrenamientos”.
En la tardecita del domingo, la propuesta es Rafaela-Colón, ese choque que se hizo especial desde aquél partido suspendido en Santa Fe que a los sabaleros le costó seis puntos, algo que después “La Crema” pudo “usar” para llegar a ese desempate por el descenso en el Gigante de Arroyito.
Ahora, desde el vamos, Rafaela está mucho más complicado que Colón desde los promedios. Como se sabe, en esta temporada hay cuatro descensos. Claro que muchas veces, cuando empieza a rodar la pelotita, las historias pueden ser distintas.
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