Casilda: la Justicia investigaría si hay desaparecidos en el cementerio
La posibilidad de que la necrópolis casildense esconda inhumaciones o enterramientos clandestinos recobró fuerza a partir de una nota publicada el último domingo en La Capital en base a testimonios que acrecentaron un enigma que sobrevuela Casilda desde hace años.
Entre las fuentes consultadas, un hombre y su esposa aseguraron que hace tiempo se encontraron con la sorpresa de que en un nicho familiar había dos bolsas que en su interior contenían restos de personas no identificadas.
Al tomar estado público su revelación decidieron recurrir a los Tribunales Federales de Rosario para denunciar lo sucedido. La presentación la harán mañana, con el patrocinio legal de una abogada casildense, en la fiscalía de Mabel Colalongo, quien anticipó a este medio que promoverá una investigación.
La fiscal federal ante el Tribunal Oral Nº 1 de Rosario prevé elevar un escrito al juez Marcelo Bailaque, quien entiende en las principales causas por terrorismo de Estado en la región, para que disponga los pasos a seguir. No obstante Colalongo sugerirá al magistrado una serie de medidas que serían claves para avanzar en una cuestión tan delicada como intrigante.
La prioridad que planteará será proteger el nicho para luego proceder a su apertura a fin de constatar la existencia de las bolsas que en su interior contendrían restos humanos de NN.
De ser verificado, como todo indica, los restos serían depositados en una morgue judicial para su identificación. En ese sentido, la fiscal recomendará la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense que hace un tiempo logró identificar a dos desaparecidos que estaban sepultados en el cementerio de Barracas. Se trata de Rubén Juan Forteaga y Roberto Enrique De Vicenso, quien era esposo de Miriam Moro, cuyos restos fueron inhumados como NN en 1976 en el cementerio de Casilda, aunque sus familiares nunca lograron recuperarlos. No obstante, en inmediaciones del osario (fosa común) hay una placa recordatoria en honor a la memoria de la militante del peronismo revolucionario.
La Capital accedió al número de nicho donde estarían las bolsas con restos NN aunque no será revelado para no entorpecer la inminente investigación. El caso generó una fuerte repercusión en los medios locales y regionales e incluso se convirtió en disparador para reflotar viejas incógnitas sobre tumbas de NN en otros cementerios de la zona. (Ver aparte).
Al ser consultada su opinión sobre el episodio que le tocó vivir al matrimonio casildense que se encontró con restos de personas no identificadas en un nicho familiar, Colalongo sostuvo que "es una situación rara e irregular que a cualquiera le asombraría más aún conociendo lo que es público y notorio en nuestra triste historia en los años duros de la dictadura militar".
"Encontrarse —añadió— con un episodio de estas características genera temor y dudas, pero es gente que sabe que esto no esta bien y quiere que se haga algo —así se lo anticiparon— y seguramente realizarán una presentación para que yo pida las medidas que considere pertinentes a los efectos de preservar esos restos y ver si pueden ser identificados dando la intervención a los técnicos que correspondan aunque la última palabra las tendrán los jueces".
Para la fiscal, la familia que reveló el hecho "también es víctima de un atropello, por eso hay que ser cuidadosos con la gente que se anima a denunciar estos hechos más allá de que en este momento se le preste atención".
Si bien el lunes se hará la presentación en los Tribunales Federales de Rosario ya fue radicada una denuncia en la División Judicial de la Unidad Regional IV de Policía del Departamento Caseros, con asiento en Casilda. Allí, la familia aportó documental que obra en su poder sobre la titularidad del nicho donde se verificó el hallazgo, elementos que también serán puestos a disposición de la Justicia Federal.
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