Chile elige presidente
Los sondeos prevén un amplio triunfo del ex mandatario Sebastián Piñera.
Las elecciones generales comenzaron hoy a las 8 en Chile con la apertura de casi 43.000 mesas de votación en las que más de 14 millones de ciudadanos están en condiciones de elegir al próximo presidente.
En estos comicios, que según las encuestas muy posiblemente trasladen la definición al balotaje del 17 de diciembre, competirán ocho postulantes para suceder a la presidenta Michelle Bachelet durante cuatro años a partir del 11 de marzo de 2018.
Hoy se definen también cargos legislativos: 23 senadores y 155 diputados, para los que se estrena el sistema electoral proporcional, en comicios en los que el voto no es obligatorio.
Nadie espera grandes sorpresas. El resultado ya parece definido: los sondeos prevén un amplio triunfo del conservador Sebastián Piñera, que corre con ventaja frente a una izquierda y centroizquierda muy fragmentada. La incógnita es si el ex presidente logrará el 50% de los votos para asegurarse su sillón en el Palacio de la Moneda o si, como vaticinan los analistas, tendrá que ir a una segunda vuelta, el 17 de diciembre.
En medio del hartazgo que expresan muchos chilenos frente a los políticos de todas las tendencias, en esta elección se decidirá entre la continuidad de las reformas de Bachelet, que en gran medida apuntaron a una mayor equidad social, o un eventual giro a la derecha, de la mano del empresario que ya gobernó el país entre 2010 y 2014.
Las últimas encuestas -realizadas hace dos semanas, pues la ley electoral aquí no permite difundirlas desde 15 días antes de los comicios- le daban a Piñera entre 44 y 48% de intención de voto, seguido por el oficialista Alejandro Guillier, que obtendría entre 22 y 26% y sería su contrincante en un eventual ballotage. En tercer lugar figura la periodista Beatriz Sánchez, del Frente Amplio (izquierda), con un 8,5%.
El millonario empresario de 67 años, que se presenta por la alianza Chile Vamos – intregrada por el centroderechista Renovación Nacional (RN), y la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI)- prometió reactivar la estancada economía, aumentar los empleos y revisar las emblemáticas reformas tributarias, educativa y laboral aprobadas durante el periodo de Bachelet, entre otras iniciativas.
En su maratón de campaña de los últimos días ya se presentó como el futuro presidente y, aunque bajó un poco el tono, no ahorró críticas al actual gobierno, al que acusa del freno en el crecimiento económico.
Guillier, en cambio, un senador de 64 años que ya era reconocido como periodista de televisión, promete la continuidad del modelo actual. Desde la alianza Fuerza de Mayoría -el nombre que adoptó el oficialismo luego de la salida de la Democracia Cristiana- asegura que profundizará la reforma estudiantil y extenderá la gratuidad de la educación universitaria -que hoy alcanza a un 70% de los estudiantes-, elevará las jubilaciones y mantendrá las políticas de género, entre otras propuestas.
El candidato oficialista confía en llegar a la segunda vuelta y ya está rearmando su equipo para comenzar a trabajar en la nueva campaña. Y seguramente apuntará todas sus fuerzas a seducir al atomizado espacio de la centroizquierda, que en estas elecciones se presenta con seis de los ocho candidatos a presidente.
Entre ellos figura, en cuarto lugar en los sondeos, la senadora Carolina Goic, de la Democracia Cristiana, que por primera vez en 27 años se presentó por fuera del oficialismo, tras una serie de cruces dentro de la coalición que también aglutina a socialistas, comunistas y socialdemócratas.
Luego aparece el también progresista Marco Enríquez Ominami, quien había llegado al tercer lugar en las elecciones anteriores.
Atrás en la carrera, con menos del 1%, están Eduardo Artés, de la Unión Patriótica (UPA) y el senador independiente Alejandro Navarro, del izquierdista partido País, declarado aliado del venezolano Nicolás Maduro.
Por la derecha se postula también el diputado ultraconservador José Antonio Kast, un admirador del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), con menos del 3% de intención de votos.
¿Por qué parece tan segura la victoria de Piñera? La economía juega un papel central. “Durante el gobierno de Bachelet se registró una desaceleración económica”, explica a Clarín Mauricio Morales, director del centro de Análsis Políticos de la Universidad de Talca. La caída del precio internacional del cobre fue un factor clave, pero no el único. “Hay además un pesimismo respecto del rumbo del país, y una desilusión por el efecto de las reformas impulsadas por Bachelet. La gratuidad de la educación aún no es universal, la reforma tributaria tuvo que ser corregida apenas se implementó. Los cambios no tuvieron el efecto esperado”, señala.
El desempleo y la delincuencia también pesaron en esta campaña, y el golpe que significó para la imagen de la presidenta un escándalo de corrupción que involucró a su hijo y a su nuera.
Junto con las elecciones presidenciales, las poco más de 14 millones de personas registradas para votar deberán elegir también diputados y senadores. Pero en medio del desánimo, y con una nueva ley por la que el voto ahora es optativo, se prevé una abstención cercana al 60%.
Mientras algunos ya preparan festejos, para gran parte de los chilenos, esta elección no traerá grandes cambios.
Los resultados se conocerán esta noche.
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