¿Cómo defenderte del ataque de un perro?
Por momentos, estos animales se pueden convertir en criaturas peligrosas, por eso es importante tomar ciertas precauciones.
Si bien en la mayoría de las ocasiones los perros pueden ser adorables y fieles compañeros del hombre, en otros momentos pueden llegar a ser muy peligrosos.
La semana pasada una niña de un año murió luego de ser atacada por un pitbull. Su madre la quiso defender y también resultó herida.
Otro caso es el que viven en Usuahia, donde jaurías salvajes atemorizan a los ciudadanos con sus ataques. El intendente de la ciudad comentó que registran 400 casos al año y crece cada vez más la intranquilidad.
Estos episodios trajeron la preocupación y la pregunta de qué hacer para evitar que nos pase.
Marcos Vásquez, médico veterinario y docente de la Universidad Mayor de Chile, explicó que lo primero que debemos saber es que los perros no atacan porque sí, por lo que hay que prestarle atención a los motivos.
Estos animales pueden saltar a defenderse si se sienten amenazados o creen que sus crías están en peligro. En este caso, actuará para protegerse.
“Si entrás a una casa o saltás una reja y te encontrás con un perro, lo más probable es que te ataque. Y esto no tiene que ver con la raza”, sostiene Vásquez.
Además, el especialista explica que hay perros que son más dominantes que otros: “Todo está muy asociado al tipo de perro y a la crianza que haya recibido. Hay perros que son potencialmente peligrosos, pero básicamente por el tipo de mordedura que pueden generar, por tener una mandíbula más potente, como el pitbull o el rottweiler”.
Y agrega: “Pero ese perro, no es que de por sí sea agresivo, sino que tiene una genética que se debe manejar, pero depende del contexto donde viva y de la crianza que tenga, y su socialización, porque si está en permanente contacto con los humanos, no va a tener problemas”.
¿Qué hacer ante un posible ataque?
Para saber si un perro te va a atacar, hay que prestar atención a su mirada. Si está fija, puede ser que estés siendo evaluado como presa.
“Dentro de la jerga del comportamiento de manada, ellos tienden a mirar a los ojos cuando quieren hacer que tu bajes tuya, así que una de las primeras cosas es evitar mirarlo a los ojos fijamente”, dice Vásquez.
Luego, añade: “Lo segundo es no arrancar, porque si tú actúas como una presa, el perro te va a intentar depredar. A lo más hay que alejarse de una manera sutil, manteniendo la calma y evitando darle la espalda”.
Si te das cuenta que estás por ser atacado, es recomendable que intentes que el perro focalice su enojo en un solo lugar. Puedes envolver un brazo con alguna campera, para que vaya ahí y no muerda otras partes más sensibles del cuerpo.
Otro punto importante es no ofrecer resistencia. Lo ideal es quedarse en posición fetal, quieto, hasta que el perro pierda interés y se aleje.
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