Crece el uso de técnicas de relajación en la psicoterapia
Las obligaciones de la vida cotidiana generan estrés, nervios y angustias que muchas veces no pueden canalizarse y que, entonces, se acumulan en el organismo disparando todo tipo de manifestaciones. ¿Hay forma de evitarlo? Sí. La solución incluye desde realizar una actividad placentera –un deporte o un hobby–, hasta empezar un tratamiento psicológico o psiquiátrico o bien hacer rutinas de yoga para relajarse.
La relación entre la psicoterapia y las técnicas de relajación tiene larga data, pero no siempre se integraron bien. La doctora Carola Saconi, psiquiatra del Hospital Universitario Austral (HUA) explicó que “sucedió que los procedimientos de relajación quedaron excluidos de la terapéutica médico-psicológica, porque fueron descriptos cuando ya existía consenso general acerca de la eficacia de la psicoterapia, en el marco de la cual la meta era llegar a comprender los móviles profundos de las conductas del paciente”.
Entonces, los métodos que involucraban el cuerpo –como las técnicas de respiración profunda-, “superficiales” para la época, “solo se reconocían como variables menores”, agregó Saconi.
A medida que el conocimiento psicológico humano ganó profundidad y riqueza, se entendió que “la unidad de la persona humana permite no solo actuar sobre su cuerpo a través de la mente, sino también sobre la mente a través del cuerpo”, señaló la psiquiatra.
La angustia y las técnicas de relajación
La angustia es una sensación displacentera que aparece frente a una amenaza del exterior y muchas veces se perpetúa en tensiones musculares. Cuando se entendió este fenómeno, comenzaron a surgir en el mundo las técnicas de relajación; por un lado, la desarrollada por Edmund Jacobson. Él partió de experimentos sobre la reacción motriz al susto y desarrolló una teoría: en el mismo momento en que se manifiesta un nerviosismo, una emoción o una perturbación, se producen episodios corporales localizados y variables en distintos músculos.
Por otro lado, se desarrolló el método de relajación o “autorrelajación concentrativa”, también conocido como “entrenamiento autógeno”, que se desarrolla en seis pasos. “Este método fue inventado a partir de investigaciones sobre sueño e hipnosis del neuropatólogo Oscar Vogt. Los pacientes que eran sometidos a hipnosis como tratamiento, luego eran capaces de desarrollar por sí mismos un estado similar a la hipnosis. Estos breves ejercicios practicados varias veces al día reducían la fatiga y la tensión”, contó Saconi.
Enfatizó que estas técnicas pueden aplicarse en la medicina general, tanto para trastornos cardiovasculares, problemas gástricos o del aparato respiratorio, como para problemas ginecológicos y musculoesqueléticos. “Debemos tener en cuenta –enfatizó– que sin reemplazar a los tratamientos psicológicos convencionales, pueden ayudar a bajar el nivel de estrés y a potenciar el bienestar del paciente”.
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