Después de 11 años, el Patio Catedral vuelve a asomarse a la ciudad
En el marco de las acciones que lleva adelante el Gobierno de la ciudad para la recuperación del espacio público, comenzó esta semana una serie de trabajos tendientes a la revalorización de un edificio emblemático: el Patio Catedral, ubicado en 1° de Mayo al 2400.
Las obras que lleva adelante personal municipal perteneciente a la Secretaría de Desarrollo Social, son posibles gracias a un acuerdo alcanzado con la dirección de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, y se iniciaron con la demolición de dos paredones que impedían una buena visión del predio y generaban situaciones de inseguridad.
En ese sentido, se detalló que gracias a la intervención del Gobierno de la ciudad, se logró detener a un delincuente que se encontraba prófugo de la Justicia y que se refugiaba en una casilla ubicada en el interior del lugar.
“Una vez concluidas las obras, la ciudad recuperará un espacio para el disfrute de los vecinos, y seguramente podrán disfrutarse allí de espectáculos, tal como ocurría hasta su cierre”, explicó el intendente Mario Barletta.
Los trabajos
Respecto a las tareas que allí se están realizando, el subsecretario de Acción Social del Gobierno de la ciudad, Carlos Medrano, explicó que hace unos días “se realizó un convenio con la dirección de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús por el que el Municipio se compromete a realizar una serie de obras de puesta en valor y mantenimiento”.
Entre otras tareas, se efectuarán trabajos de limpieza, parquización e iluminación, en una primera etapa, para luego formalizar un convenio “para que el Patio Catedral vuelva a transformarse en un centro cultural donde los santafesinos podamos encontrarnos”.
En referencia al estado general de las instalaciones, Medrano detalló que “se encuentran en buenas condiciones”, pero que se trabajará intensamente para “reforzar la seguridad y para embellecer un nuevo lugar de disfrute en la ciudad”.
Las obras contemplan despejar totalmente el frente del edificio, con lo que el lugar pasará a estar abierto al público y se transformará en un centro social donde las personas se relacionarán en un espacio público de armonía, que se constituirá en un nuevo paseo.
“En este momento está trabajando una cuadrilla de electromecánica y un importante número de trabajadores municipales está demoliendo el tapial del frente, que desde hace muchos años obstaculizaba la vista del bello edificio”, concluyó Medrano.
Como se recordará, en el año 1999 el entonces arzobispo, Edgardo Storni, dispuso la clausura del lugar y la construcción del paredón que ahora se eliminó, dejando atrás muchos años de actividades culturales y sociales.
Centenaria construcción
Según relata el libro “Inventario”, editado por la Universidad Nacional del Litoral, con la creación del Obispado de Santa Fe, en 1887, el obispo Gelabert comenzó a hacer las gestiones para la construcción de una nueva Catedral que reemplazara al antiguo edificio matriz. El mismo se construiría frente a la Plaza San Martín, ya que el gobernador Luciano Leiva había decidido trasladar el centro cívico a ese lugar de la ciudad.
El 17 de enero de 1897 se colocó la piedra fundamental y se iniciaron los trabajos, que se desarrollaron muy lentamente hasta 1930, año en el que se detuvieron totalmente porque se decidió terminar el sector correspondiente a la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, quedando reducido el gran proyecto catedralicio a la escala de un templo parroquial.
El planteo original, de escala monumental, se resolvía con un esquema de tres naves y deambulatorio, interrumpidas por el crucero; en la intersección de éste con la nave principal se levantaría la magnífica cúpula de 50 metros de altura, soportada por cuatro imponentes grupos de columnas de granito y rodeada por otras tantas columnas menores en coincidencia con las naves laterales. La nave central, mucho más alta que las laterales, presentaba una arquería de medio punto que se abría hacia éstas y debía cubrirse con una bóveda de cañón con arcos fajones casetonados que marcarían el ritmo, descansando en columnas corintias.
El presbiterio era de gran profundidad y continuaba la solución espacial de las naves; el arranque de la bóveda se marcaba fuertemente con una cornisa de gran porte, por sobre la cual se ubicaban una serie de ventanas ojivales.
Anfiteatro y cierre
En la fachada, el arquitecto parece contradecir el orden monumental que habitualmente planteaba en sus obras, al marcar una neta fragmentación entre el nártex octástilo con columnas de capitel corintio y fuste estriado de 12 metros de altura.
La fachada presentaba dos esbeltas torres, con dos torres menores en la contrafachada de calle 4 de Enero.
El fracaso de la obra ocasionó que, luego de concluida la erección del templo Sagrado Corazón, sobre calle 4 de Enero, el resto de lo edificado se convirtiera en un ruinoso y olvidado conjunto, oculto tras un largo tapial.
En 1991 se recuperó el sitio como anfiteatro al aire libre para el desarrollo de actividades culturales, para lo cual se utilizó un diseño del arquitecto Humberto Terrizzano, hasta su cierre, en el año 1999.
Este contenido no está abierto a comentarios