DETIENEN A UNA MUJER BUSCADA POR EL CRIMEN DE UN BAILANTERO
La mujer, identificada como Sandra Edit González, alias “La Reina”, de 33 años, fue apresada por efectivos de la Dirección General de Investigaciones de Delitos Complejos de la bonaerense, en las calles San Martín y Sarmiento, en plena city porteña.
La sospecha de los investigadores policiales es que la mujer se hallaba en Capital Federal buscando un lugar donde esconderse, ya que creía que era “un lugar seguro” para refugiarse lejos de la Policía provincial que la buscaba.
Según las fuentes, gracias a datos de inteligencia y un entrecruzamiento de llamadas, agentes de la Policía bonaerense a cargo del comisionado Hugo Matzkin realizaron una guardia en el microcentro porteño hasta que lograron su detención.
“La Reina”, quien había sido la pareja del representante artístico Juan Carlos “Cholo” Olaya, quedó acusada del delito de “homicidio triplemente agravado por alevosía, concurso premeditado de dos o más personas y con promesa remuneratoria”.
La detenida en pleno microcentro porteño, ante la mirada atónita de financistas e inversores de la “City”, será indagada en las próximas horas por la jueza de Transición 2 de La Plata, Marcela Garmendia.
Chávez Navarrete, de nacionalidad peruana, era el cantante del grupo de música tropical Karicias y estaba enfrentado con “El Cholo” Olaya, dueño de las empresas vinculadas con el rubro musical Clan Music y Cholo Producciones.
Desde el principio, los investigadores sospecharon que en el crimen estaba vinculado Olaya, por quien el juez del caso pidió su captura nacional e internacional.
Actualmente, el “Cholo” Olaya se encuentra prófugo en Chile, donde es representante de músicos, ya que ese país no otorgó la extradición.
Chávez Navarrete fue encontrado muerto el 13 de agosto de 1997 con 11 disparos en la cabeza, el cuello y la espalda, a pocos metros del camino Antártida Argentina y Puente San Carlos, en una profunda cuneta, a dos kilómetros de la localidad bonaerense de Alejandro Korn, partido de San Vicente.
Según la autopsia, al ser acribillado sufrió la “destrucción de la masa encefálica”.
Ese día, según la pesquisa que estuvo a cargo del juez Juan Carlos Bruni, Navarrete habría sido engañado por una mujer, quien lo llevó a un descampado donde lo entregó a tres hombres que lo obligaron a colocarse de rodillas y de espaldas y lo fusilaron.
La esposa del bailantero, Estela Reyes, recibió la noche del 14 de agosto una llamada telefónica anónima, en la que le comunicaron: “Apareció el cuerpo de tu marido”. Inmediatamente se presentó en la comisaría segunda de San Vicente.
Días después del crimen, la policía detuvo a Jorge Pavón, alias “Tortuga”, quien confesó haber sido el autor de los disparos. Este hombre era el chofer del “Cholo” Olaya.
Tras la detención de Pavón, los investigadores comenzaron a buscar a las otras personas involucradas en el episodio, entre ellas “La Reina” y otro hombre llamado Aldevinas Pasternokas, quien actualmente permanece prófugo.
Sobre este hombre, la policía informó que durante la instrucción del caso presentó una coartada para evitar su vinculación en el hecho, ya que dijo que en el momento del hecho se hallaba en San Martín o Junín de los Andes, algo que finalmente quedó desacreditado.
Los policías que viajaron a San Martín de los Andes y se entrevistaron con autoridades del Poder Judicial neuquino determinaron que los datos aportados por Pasternokas eran falsos, al igual que las declaraciones testimoniales aportadas al juez local Rolando Lima.
Lima, quien renunció a su cargo, fue acusado de falsificación de documento público, falsedad ideológica y violación de medios de prueba, entre otros delitos.
Chávez Navarrete ya había sido atacado a balazos el 6 de abril de 1996, cuando junto con su representante Olaya se hallaban en el interior de una Renault Trafic estacionada en Defensa e Ingeniero Huergo, de Dock Sud, partido de Avellaneda.
En aquella oportunidad mantuvo una discusión con “El Cholo”, quien en compañía de su hijo y otro hombre no identificado, le disparó nueve tiros a quemarropa, aunque se salvó milagrosamente.
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