Policiales
Detuvieron al "abogado mensajero" que trabajaba para narcos de Rosario y Buenos Aires
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Iván Méndez fue detenido este miércoles cuando salía del penal de Ezeiza de visitar a un peligroso narco de la Villa 31. Recibido de abogado cuando él mismo purgaba condena en la cárcel de Devoto, detectaron que usaba la fachada de letrado defensor para llevar y traer recados de presos de alto perfil, casi incomunicados. Entre sus clientes, hay nombres conocidos del hampa rosarino, como los Cantero, Rodríguez Granthon y Marcos Segovia, el "Rey de la efedrina"
Iván Méndez, abogado de reconocidos jefes del narcotráfico de Rosario y Buenos Aires, fue detenido este miércoles tras salir del penal de Ezeiza. Según la investigación, lejos de cumplir funciones legales, actuaba como mensajero e intermediario de peligrosos internos del Sistema de Alto Riesgo.
Entre sus clientes se encuentran nombres como: Mario Segovia, conocido como el “Rey de la efedrina”; Julio Andrés Rodríguez Granthon; Cristian “Pupito” Avalle; y los integrantes de Los Monos, Uriel y Ariel Cantero.
La caída de Méndez se produjo cuando fue sorprendido con mensajes del narco César Morán de la Cruz, alias “Loco César”, uno de los líderes criminales de la Villa 31.
Los investigadores le secuestraron dos teléfonos celulares y cartas que debía entregar a una organización. El arresto derivó en operativos dentro de las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz, donde se registraron celdas de quince internos de alto perfil. Además, se avanzará con allanamientos en tres domicilios vinculados a Méndez, junto con la requisa de vehículos que utilizaba, entre ellos un Ford Mondeo que le habría entregado Rodríguez Granthon como pago por sus servicios y para evitar que usara el transporte público.
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Méndez, de 52 años, se recibió de abogado en el Centro Universitario de Devoto. Allí comenzó a tejer contactos que más tarde le dieron acceso a una agenda cargada de capos narcos. De acuerdo con la Procuraduría de Narcotráfico, en realidad funcionaba como nexo entre los jefes encarcelados y sus estructuras operativas en el exterior.
La pesquisa se inició en enero de este año, tras un episodio en el que René Ungaro, detenido en Marcos Paz, fue sorprendido pasando directivas a su madre a través de anotaciones. En uno de esos papeles figuraba el teléfono de Méndez, lo que puso la lupa sobre sus movimientos. Con el correr de los meses, quedó en evidencia que su tarea era triangular información, gestionar comunicaciones prohibidas y facilitar maniobras que permitieran a los narcos seguir manejando el negocio tras las rejas.