Diego Maradona mueve el equipo
No haga ruido, entre, pero despacio. Vamos a espiar la libreta de apuntes de Maradona.
Con fibra roja, grande, se lee ganamos. Es que el primer paso era clave para Diego y sus colaboradores. Por eso festejaron como si hubiera sido la final del mundo. Abajo, más chiquito, algunos apuntes… Messi la rompió, Ojo con Jonás de cuatro, Vamos a ver qué tiene Verón, Tevez no sale más…
Son los trazos fuertes. Maradona se quedó más que conforme con el debut ante Nigeria, exorcizó los fantasmas de Camerún en el ´90, dio el primer paso firme y ya piensa en Corea. Sabe que será más duro y que un triunfo aseguraría la clasificación. Le encantó el equipo, la actitud, lo que hizo Messi… Reconoce que la defensa necesita ajustes, por eso, Jonás Gutiérrez volverá al mediocampo, por derecha o por izquierda. ¿Por izquierda? Sí, a Di María no lo vio bien Diego. El zurdo ex Central jugó muy nervioso, atado. Ahí puede haber un toque.
De cuatro, entonces, se viene casi con seguridad Burdisso, como le insiste desde hace tiempo Ruggeri, el ayudante de campo virtual. Ayer en la práctica el defensor de la Roma jugó en esa posición, lateral por derecha, y Garcé quedó como central. Una señal. Que Burdisso le sacó ventaja a Otamendi quedó evidenciado en el cambio ante Nigeria: el ex Boca entró por Di María faltando cinco minutos. Burdisso, ni Otamendi, ni Clemente Rodríguez, ni Garcé. Burdisso. En condiciones normales esa podría ser la única variante de nombres, pero llevaría a una modificación táctica: Jonás iría al medio y a la izquierda, como jugaba con Basile, como terminó en el estreno. Más allá de las dudas del debut y del ensayo para nada convincente como lateral, Jonás Gutiérrez es intocable para Maradona. La cuestión en el medio es el gemelo derecho de Verón, que lo sacó del primer partido y que si se lo exige puede derivar en un desgarro. Alerta. En el cuerpo técnico saben que la Brujita, con sus 35 años y el desgaste que trae tras Clausura y Libertadores, no está para jugar todos los partidos y menos cada cinco días. El plan inicial era darle descanso, también a Messi, contra Grecia, con el equipo ya clasificado. En la libreta de Diego se lee, entre signos de pregunta casi catástrofe, ¿lo pongo o lo cuido? Es para pensarlo. Maradona considera a Verón fundamental, por lo que ordena, por lo que grita, por su ascendencia sobre el plantel. Es el técnico dentro de la cancha. Lo quiere en el césped contra Corea, pero lo aterra la posibilidad de perderlo por un desgarro. Un dilema que en las próximas cuarenta y ocho horas se irá aclarando.
Más apuntes. Los tres de arriba no se mueven. Tevez sigue. Messi e Higuaín no están en duda. ¿Y el sistema? 4-3-1-2, se ve en una canchita escondida en la libreta del coach. El fondo está clarísimo (Burdisso, Demichelis, Samuel, Heinze), el ataque también (Messi de enganche, Tevez e Higuaín de punta), el medio presenta algunos inconvenientes. Y es la presencia de Verón la que definirá el resto. Mascherano puede jugar de doble cinco (con la Brujita) o de cinco-jefe, con Maxi y Jonás o Jonás y Di María a los costados. Si sigue el doble cinco, el tema es que se desprotege un lateral, algo que Maradona anotó con resaltador amarillo flúo. Contra Nigeria dejó por muchos momentos el lado derecho de la defensa descuidado, hasta que se ubicó Verón como ocho, algo que el técnico no quiere repetir ante Corea. Claro, la Brujita ya no tiene recorrido vertical. La historia de la manta corta se reactualiza en el mediocampo argentino: con cuatro atrás y tres adelante, quedan tres para el ancho de la mitad de la cancha.. Y hay más, entre algunas tachaduras se puede espiar que Di María no le cierra al técnico en un 4-3-1-2, que quiere cuidar un poco más en las bandas a Mascherano. Maxi y Jonás suman puntos.
Ssshhh… No haga ruido. Diego se puede despertar. Cerremos la libreta. Maradona está soñando con el equipo para Corea y también para más adelante.
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