EL ACCESO A ROSARIO POR LA 34 QUEDÓ A MEDIO HACER
Una de las obras más importantes para la ciudad está paralizada desde hace más de un mes. Se trata del acceso vial que empalmará con la ruta nacional 34, en la zona norte, y cuyo trazado no llega a completar el 35 por ciento de un total de 1.500 metros al cabo de cinco meses de tareas. Según los plazos de ejecución, debería estar finalizada en junio.
Desde la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad explicaron que “la empresa cordobesa encargada del proyecto atraviesa problemas financieros que le impiden renegociar los contratos con los subcontratistas locales”, pero destacaron que “ya fue intimada para que retome los trabajos”. Anticiparon además que, de no destrabarse el problema, “habrá que llamar a un nuevo proceso licitatorio”, con la consiguiente prórroga de los plazos pautados en los pliegos licitatorios originales para el final de la obra.
Mientras tanto, los vecinos contemplan los montículos de tierra -socavones que se inundan y no fluyen con el consiguiente acumulamiento de agua servida- y desagües inconclusos entre medio de los yuyos. Además, los únicos dos ingresos al barrio Nuevo Alberdi Oeste (por Ciudadela y Grandoli) quedaron anegados por las obras, lo que dificulta el tránsito de los vecinos, sobre todo cuando llueve.
SÓLO 150 METROS DE CARPETA
El tramo intervenido se extiende luego de cruzar Circunvalación al oeste por Baigorria, al costado de la curva de ingreso a la ciudad por bulevar J. Granel, entre Grandoli y Bouchard. Allí se abrió camino en medio de una playa ferroviaria (la ex estación Nuevo Alberdi) y se comenzó a construir una doble calzada de hormigón de 7 metros de ancho cada una, con un cantero central de 2,30 metros.
Pero a simple vista se puede apreciar que el proyecto quedó estancando y solamente hay construidos unos 150 metros de carpeta asfáltica y una rotonda. Aún restan 1.300 metros de camino proyectado originalmente, el tan anhelado paso a nivel con barreras automáticas, otra rotonda para ingreso y egreso de camiones, la finalización de los conductos de desagüe pluvial y la semaforización integral del sector, un complemento muy solicitado por los vecinos.
“Esta obra quedó parada hace más de un mes”, dijo a La Capital un ferretero que desde la ventana de su negocio percibe a diario la dejadez que causó el estancamiento de los trabajos. “Hay conductos pluviales a medio terminar y socavones de tierra por todos lados. La gente grande tiene que andar con mucho cuidado porque cuando llueve se caen cada dos por tres”, graficó el comerciante.
Otro grupo de vecinos casi suplicó a las autoridades para que se retome la construcción del anunciado camino. “Trabajaron unos cinco meses y se llevaron toda la maquinaria. Se comenta que el parate viene para rato”, se animó a vaticinar un muchacho del barrio, quien dijo ser amigo de un ex trabajador de la obra.
Lo cierto es que la gran acumulación de fango hace de las suyas. “Es tierra colorada que se escurre por el pavimento y la gente se resbala, tendrían que solucionar este inconveniente, además de continuar los trabajos”, recalcó un hombre mayor mientras levantaba la vista a través del alto pastizal que se erige a la vera del camino inconcluso.
Cuando la construcción culmine debería contener además de la traza principal de 1.500 metros, semáforos con sistema inteligente y vertical, iluminación total del tramo, un nuevo paso a nivel en el cruce del ferrocarril General Belgrano, red de desagües domiciliarios sobre bulevar Granel y dos canales a cielo abierto que descargan en el canal Ibarlucea y en el arroyo Ludueña.
El flujo de tránsito pesado y liviano es incesante por Granel y la calzada no cuenta con señalización en ningún cruce de calles. Esa importante vía de acceso a Rosario es utilizada por los camiones que tienen salida a localidades productoras del centro oeste de la provincia, como Totoras, San Genaro, San Jorge, Sunchales, y más al oeste con el polo industrial de Rafaela, llegando en su extremo a comunicar con la provincia de Santiago del Estero. De allí la importancia de la obra, tan reclamada por distintos sectores productivos de la ciudad.
Fueron las propias autoridades municipales las encargadas de revalorizar este emprendimiento en diciembre de 2005, durante el lanzamiento de un ambicioso plan de obras para Rosario que se ejecutará durante el presente año.
El cartel que identifica el trabajo refiere a que está dentro del Programa de Desarrollo Integral de Grandes Aglomeraciones Urbanas del Interior, financiado con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo con un monto que alcanza los 7.866.179,80 millones de pesos, y un plazo de ejecución de nueve meses. Hasta tanto las autoridades no tomen una determinación sobre el futuro de la obra, todavía está a cargo la empresa Intercom SRL, que en la actualidad solamente mantiene una oficina técnica custodiada por un sereno en un galpón que funcionó como obraje en Granel 2951.
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