El “Cheto de Banfield”, detenido en Ezeiza por violación

Se trata de Rodrigo “Roro” Eguillor, hijo de la fiscal Paula Martínez Castro. Se iba a ver la Superfinal a Madrid cuando lo detuvo la PSA.
Efectivos de la PSA se acercaron al joven y lo trasladaron a una sala. “Llamen a mi vieja”, atinó a responder el acusado. Su mamá es Paula Martínez Castro, fiscal de ejecución penal de Lomas de Zamora. Permaneció durante 20 minutos en una de las oficinas del aeropuerto, hasta que Eguillor abrió la puerta y manifestó: “Me están privando de la libertad”.
También relató que le estaban tomando las huellas dactilares (“me están por hacer tocar el piano”) y que lo notificaron del impedimento para salir del país: “Me van a llevar al juzgado. Les pido que llamen a mi mamá que debe estar muy asustada. O a mi hermano”, agregó Eguillor, con un cigarrillo en la mano.
Fuentes judiciales le confirmaron a Infobae que el Juzgado N° 48 a cargo de Alicia Iermini no pidió la detención de Eguillor. También aseguraron que si el RRPP quiere dejar la Argentina deberá pedir autorización en cada juzgado en el que posea un expediente. Esa autorización no fue pedida en el juzgado en el que tiene la denuncia del ataque en San Telmo.
Según declaró el propio Eguillor en diversas entrevistas, tenía previsto viajar a Madrid para presenciar la final entre River y Boca por la Copa Libertadores. Aseguró que tenía pasaje para esta noche, pero llegó temprano al aeropuerto de Ezeiza y convocó a medios de prensa para dar su versión sobre los hechos sucedidos en el departamento porteño.
M., oriunda de Ituzaingó, denunció haber sido abusada por Eguillor en un edificio en el barrio de San Telmo, en la esquina de Independencia y Piedras. Un video que se viralizó en redes sociales lo muestra forcejeando con la denunciante en un balcón. Ella contó que estaba desesperada y quería escaparse del inmueble. Él dice que le salvó la vida. Supuestamente, Eguillor la había invitado a cenar y a salir a la disco Jet, donde él había trabajado, pero terminó accediendo a acercarse a un departamento en la intersección de las calles Independencia y Piedras. Según Eguillor, él vivía ahí con un amigo, que estaba cuando la joven llegó al domicilio.
“Él quiere dar vuelta la versión y dice que se quería suicidar, pero ella lo único que quería era salir de ahí porque estaba encerrada. Por eso llegaron la policía y los bomberos”, contó una persona cercana a la víctima que pidió la reserva de su identidad. Desde la familia, temen que la exposición de Eguillor, que dio gran cantidad de entrevistas, desvíe el eje del caso, que es el supuesto abuso que M. sufrió.
El abogado Gabriel Iezzi representa a la disco Jet. A pesar de sus dichos en Instagram, los dueños de la disco de Costanera niegan que el joven acusado de abuso haya trabajado para ellos: “Eguillor en ningún momento tuvo relación laboral con Jet. En su momento fue cliente de la discoteca, asistió en alguna oportunidad, pero no hay vinculo alguno. Eso lo desmentimos y se ignora por qué motivo menciona a la disco.”
En Tribunales, Eguillor denunció a uno de los dueños de la disco por coacción, que declarará esta semana como testigo en la Fiscalía Nº22.
Repercusiones
A raíz del estado público que tomó el caso, salieron a la luz algunas interacciones de Eguillor con otras personas en las redes sociales. Tal es el caso de las siguientes capturas de pantalla de insistentes mensajes a través de Facebook a usuarias con la que tenía ciertos contactos en común; las mismas pueden verse en Twitter, donde la entrada “Rodrigo Eguillor” es tendencia esta tarde.
En el siguiente video se puede ver al propio Eguillor argumentando su defensa contra las acusaciones, mientras fuma marihuana. “La mina ni se murió”, destacó.
https://www.youtube.com/watch?v=6rvvQ6kEPww
Este contenido no está abierto a comentarios