EL GOBIERNO CUESTIONÓ LA "CONCEPCIÓN DOGMÁTICA" DE ALGUNOS SECTORES
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, salió al cruce del documento elaborado por la multisectorial “Encuentro, Memoria, Verdad y Justicia”, leído anoche en la Plaza de Mayo, y señaló en Radio 10 que “algunos utilizan palabras para llenar espacio”.
Ayer, los organizadores dijeron que el actual Gobierno nacional tiene más cargados presos políticos que todos los gobiernos democráticos de la historia.
Fernández fue muy claro al recordar una frase de Mario Trejo: “De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: de la derecha cuando es diestra de la izquierda cuando es siniestra”.
El reclamo también se hizo extensivo al desarrollo del juicio contra los asesinos de Dario Santillán y Maximiliano Kosteki: “todavía no se enjuició a los responsables políticos e intelectuales de ese hecho represivo: Eduardo Duhalde, Aníbal Fernández, Felipe Solá, Alfredo Atanasof y Juan José Alvarez”.
En este sentido, el ministro de la cartera política dijo: “Yo fui al juicio a declara pudiendo haberlo evitado, mi intención aportar todo lo posible para aclarar todo. Yo no estaba en el país cuando se produjeron esa muerte. Ni siquiera tienen ni idea. Es cuestión de decir cosas contra cualquiera, de cualquiera y en cualquier condición. Es la condición del mitómano”.
Además, la lectura de ese documento sobre los aspectos de la gestión del gobierno leído al final de la marcha contra el golpe del 24 de marzo, generó disidencias entre los organizadores, sobre todo por parte de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora que aclararon que no lo habían firmado.
La declaración, además de referirse al golpe del 24 de marzo, contiene párrafos críticos hacia el gobierno como el “ilegítimo pago de la deuda externa” y la situación que se vive en la ciudad santacruceña de Las Heras, entre otros puntos.
En este sentido, Fernández sostuvo: “Yo estuve con las Madres y les conté del trabajo de la Gendarmería en la ciudad de Las Heras, en Santa Cruz, y ellas viajaron allá y comprobaron que lo que yo les decía era algo cierto. La Gendarmería tenía instrucciones precisas de actuar ante algunas circunstancias. Cuando hubo desmanes el jefe policial hizo la denuncia y la Gendarmería, por orden mía, determinó el traslado de los detenidos para que no se produzcan nuevos incidentes”.
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