EL GOBIERNO DE ITALIA DISTINGUIÓ A LA DOCENTE LETICIA COSSETTINI
Con más de cien años Leticia Cossettini sigue cosechando reconocimientos, elogios y aplausos. Ayer, el gobierno de Italia la condecoró como Commendatore della Stella della Solidarietá Italiana. “Gracias, gracias”, dijo una y otra vez Leticia luego de que recibiera la condecoración de manos del cónsul Giovanni Marocco, quien así cumplió la orden del presidente Carlo Ciampi. Pero hubo más, la legendaria maestra se dio el gusto de recordar que en su infancia temprana tomó contacto con la lengua italiana y también habló en ese idioma con muy buena dicción y pronunciación. “Mi padre fue un italiano de fuerza, de garra, un gran maestro que le dio un empujón importante a toda la colectividad”, recordó con sencillez y alegría en el living de su casa de Alberdi.
“Mis primeros maestros de italiano fueron personas de refinado pensamiento, desde los seis o siete años tuve contacto con este idioma, y de verdad les agradezco tanto esta visita”, relató Leticia.
Entre los considerandos que tuvo en cuenta el gobierno de Ciampi para otorgar este honor estuvo “la excepcional contribución brindada junto a su hermana Olga a la pedagogía y el amor prodigado durante decenios al magisterio”.
Leticia nació el 19 de mayo de 1904, en San Jorge, Santa Fe. Su padre fue un inmigrante de Udine y su madre de origen piamontés, ambos de la península itálica. El encanto por la enseñanza y el arte comenzó justamente en el seno familiar ya que sus padres fundaron varias escuelas, un teatro, un centro filodramático y bibliotecas populares.
Ella y su hermana Olga revolucionaron el mundo educativo en Rosario cuando dirigieron la Escuela Serena en el corazón de Alberdi, que por entonces apenas comenzaba a ser un barrio.
Allí, la música, el teatro, la literatura y la pintura eran incentivos insoslayables a la hora de aprender. “Las Cossettini”, como se las conocía entonces y así quedaron en la memoria de los rosarinos, llevaron a su escuelas a personalidades de la talla de Gabriela Mistral, Juan Ramón Jiménez, Margarita Xirgu, Javier Villafañe, Ezequiel Martínez Estrada y Federico García Lorca, entre muchos otros, para que sus alumnos tomaran contacto directo con los hacedores del arte.
Leticia fue además autora de varias obras entre las que se destacan “Teatro de niños”, 1945; “Del juego al arte infantil”, 1950, y “Canto de los pájaros”, 1942, que está citado en el diccionario de música de Oxford.
Emocionada y escoltada por su ama de llaves, Chiqui, además de una sobrina, Leticia no se cansó de agradecer la visita protocolar de Marocco, y de otras personalidades vinculadas a la colectividad italiana.
Leticia Cossettini fue declarada ciudadana Ilustre de Rosario en 1985, y cada día recibe en su cálido living a conocidos, ex alumnos y maestros que no se cansan de escucharla hablar sobre “la belleza de la vida y de la enseñanza”. Además del afecto vive rodeada de sus libros, su amplia biblioteca, obras de Uriarte junto a esculturas y tapices hechos con sus manos.
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