El Gobierno de Uruguay se reúne para tomar medidas en el peor momento de la pandemia en el país
El país sudamericano se asoma a una situación de colapso en los cuidados intensivos de la que han alertado los expertos, con un 62,3 % de ocupación en la actualidad, según los datos oficiales.
De esa cifra, un 23,6 %, es decir, 188 pacientes, está internado en esa unidad por COVID-19.
Con estas cifras, y la noticia difundida este lunes de la detección en 7 departamentos (provincias) de casos de la variante brasileña en un estudio desarrollado por el Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI) en Vigilancia de SARS-CoV-2, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, convocó a su gabinete para este martes.
Hace solo una semana, y también motivado por el aumento progresivo de casos, hubo una reunión del Consejo de Ministros, tras la cual el mandatario no informó de medidas drásticas y siguió apelando a la “libertad responsable” de la población.
Este lunes, integrantes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) pidieron la reducción de la movilidad durante tres semanas, como manera de controlar el virus, pues en pocos días comienza la Semana de Turismo (Semana Santa) y hay varios destinos donde se prevé un 100 % de ocupación.
Desde el 13 de marzo de 2020, cuando se detectaron los cuatro primeros casos de COVID-19, Uruguay no ha vivido cuarentenas o toques de queda, al estilo de otros países del mundo, ni ha multado por llevar o no mascarilla, obligatoria únicamente en el transporte público, en edificios oficiales y en la mayoría de establecimientos.
Actualmente rige una ley que restringe el derecho de reunión, regulado por el artículo 38 de la Constitución, por el que se prohíben las aglomeraciones por razones sanitarias y que ha permitido dispersar algunas fiestas clandestinas.
Además, se suspendió el deporte “amateur” y se decretó el cierre de vestuarios en gimnasios y clubes; se rebajó al 50 % la ocupación de los transportes interdepartamentales y al 30 % los aforos de teatros y salas de espectáculos (con un límite máximo de 400 personas); y se anuló la obligatoriedad de presencialidad en las clases.
El comunicado de las organizaciones que expresaron su preocupación
Los organizaciones debajo firmantes expresan su más profunda preocupación sobre la grave situación actual de incremento exponencial e incontrolable de casos. A su vez, con el objetivo de evitar más muertes, casos graves y saturación de los CTI, salas de internación, puertas de urgencia/emergencia, emergencias móviles, primer nivel de atención, atención domiciliaria y el sistema de salud en su conjunto, declaran la urgente necesidad de que se adopten medidas que:
1. Reduzcan profundamente la movilidad (similar a las tomadas por el Poder Ejecutivo en marzo 2020) por al menos 3 semanas, en todas las áreas no esenciales. Se propenda al teletrabajo en todos los lugares privados y públicos donde sea posible. Educación virtual por período de 3 semanas (primaria, secundaria y terciaria).
2. Acompañar las medidas sanitarias de medidas económicas que asistan a la población en mayor situación de vulnerabilidad y aquella afectada directamente por suspensión de su actividad.
3. Impliquen profundización de la vacunación masiva y continuar con la mejora en los sistemas de agendas.
4. Mejoren la accesibilidad y rapidez de procesamiento de testeos en toda la población, cuestión que por la alta demanda se ha visto afectada en las últimas semanas, y sabiendo que el testeo fue clave en control de la pandemia en 2020.
5. Faciliten el cobro subsidios por parte de personal de salud contagiado o en cuarentena por COVID-19 (que no ha cobrado en este último año por diversos motivos administrativos o jurídicos).
Dada la gravedad de la situación exhortamos a la población a no realizar reuniones, evitar aglomeraciones y disminuir al máximo la movilidad no indispensable.