Alerta militar
El jefe del Estado Mayor de Francia dijo que Rusia apuntó a Europa

Thierry Burkhard explicó que “Rusia nos tomó por objetivo” y sostuvo que la guerra ya estaba en Europa
El viernes, el general Thierry Burkhard, jefe del Estado Mayor Conjunto francés, ofreció en el ministerio de las Fuerzas Armadas en París una conferencia de prensa inesperada para alertar de que Francia era “uno de los objetivos prioritarios de Rusia” y que “Europa estaba en guerra”. La intervención siguió a la cumbre en Londres entre Emmanuel Macron y Sir Keir Starmer y a la designación de París como sede de la Coalición de Buena Voluntad para Ucrania.
Amenaza próxima y duradera
Burkhard señaló que el “Kremlin nos ha convertido en un objetivo prioritario” por el decidido apoyo de Francia a Ucrania. Explicó que Rusia ejecutaba una guerra híbrida con desinformación, ciberataques y sabotaje contra gobiernos aliados. Advirtió que tal ofensiva “se prolongaría hasta 2030” y pondría en riesgo las fronteras europeas si no se reforzaba la unidad de Occidente.
Apoyo franco-británico y respuesta europea
El militar recordó que Emmanuel Macron había planteado días antes la posibilidad de desplegar un contingente militar europeo en Ucrania tras un hipotético alto el fuego. Mencionó que el reforzamiento del cuerpo franco-británico podría llegar a 50 000 soldados. Subrayó que la derrota de Ucrania equivaldría a una “derrota europea” y reclamó “una respuesta coordinada de la OTAN y de la Unión Europea”.

Cohesión social en riesgo
Burkhard explicó que la “cohesión social” interna francesa ya estaba amenazada por la guerra de información. Afirmó que, si se quebraba la resistencia de la opinión pública, se desencadenaría un “efecto dominó” en los socios europeos. Rehusó dramatizar en exceso, insistiendo en que no buscaba “asustar a los franceses” sino preparar a la sociedad para un posible conflicto próximo.
Perfil del orador y contexto
El general Thierry Burkhard—infante, paracaidista, veterano de Irak, Gabón, Chad, la ex Yugoslavia y Afganistán, y ex miembro de la Legión Extranjera—habló sin guion oficial. Jamás antes una autoridad militar de tan alto rango había identificado de forma tan precisa el rol de Moscú. Su misión era allanar el terreno para el discurso sobre seguridad que Emmanuel Macron pronunciaría el domingo por la noche.
Amenaza psicológica y personal de Putin
Según Burkhard, el riesgo mayor provenía de la personalidad de Vladimir Putin. Le atribuyó “un espíritu de venganza y el deseo de dejar huella en la historia” que podía conducir a “todo tipo de excesos”. Recordó que Moscú ya había ejecutado ciberataques en Europa y en Francia y que no debía descartarse “la posibilidad de sabotajes”, como los que sufrieron países vecinos.

Guerra de información en África
El general ilustró la campaña rusa en el continente africano. Citó la quema de banderas francesas y el despliegue de banderas rusas en Bangui, capital de la República Centroafricana, como parte de una estrategia de “golpe tras golpe” para aislar a gobiernos aliados. Destacó que Francia había perdido influencia tras cambios de régimen en Mali, Burkina Faso y Níger.
Redefinición del concepto de guerra
Burkhard recordó que, en su última rueda de prensa del dieciséis de septiembre de dos mil veintiuno, había propuesto sustituir el anterior marco paz-crisis-guerra por el de “competencia-protesta-confrontación”. Con esta visión, sostuvo, era posible “ganar antes de que empiece el combate” blandiendo la información y la cibernética como armas preventivas.
Espionaje de otros grandes competidores
El jefe del Estado Mayor admitió que Francia también era objetivo de espionaje y campañas de desprestigio por parte de “grandes competidores” como China e Irán. Denunció que “nos han espiado y nos siguen espiando” y enfatizó que era preciso reforzar las contramedidas tecnológicas y de contrainteligencia.

Amenaza terrorista y labor de inteligencia
Aunque centró su discurso en la amenaza rusa, Burkhard reconoció que la amenaza terrorista “seguía presente” en el territorio nacional. Celebró los “avances significativos” de los servicios de inteligencia, que ahora se encargaban más de “frustrar ataques” que de “gestionar sus consecuencias”.
Reacción rusa
Por su parte, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, calificó de “inaceptable” cualquier despliegue de tropas europeas en Ucrania. Su rechazo llegó un día después de que Emmanuel Macron insinuara un alto el fuego como condición para ese envío de fuerzas.
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Próximos pasos
El general Burkhard explicó que la misión de su intervención era “preparar la mente de Francia” de cara al mensaje presidencial del domingo. A partir de esa noche, el presidente Macron debía detallar los esfuerzos necesarios para garantizar la seguridad nacional en los próximos años.