EL PRIMER CONGRESITO DE LA LENGUA SE CERRÓ CON UN FUERTE “ABRASOL”
Los chicos decidieron cuáles son las palabras más importantes para ellos.
Amor, paz, juego, libertad, mamá, gracias y milanesa estuvieron al tope de las preferencias.
Desde “la paz es algo imposible mientras Bush sea presidente”, hasta “la bicicleta es un aparato para andar y dejar el tiempo atrás” y “la imaginación es una máquina de hacer aparecer cosas”, las definiciones de los casi 2000 chicos que participaron del Congreso de la Lengua para Chicos (El Congresito) figurarán en un diccionario urbano. Fueron cuatro días intensos en la Isla de los Inventos que terminaron ayer con la aprobación de las conclusiones y el compromiso de todos de “defender las palabras”.
Como dijo la creadora de esta exitosa actividad, Chiqui González, cuando cerró las deliberaciones, “las palabras son maravillosas y todos ustedes son maravillosos”. Divididos en tres grupos, de 4 a 6 años, de 7 a 10 y de 11 a 14; entre juegos, charlas y debates, los chicos fueron ordenando las palabras más importantes para ellos. Amor, paz, juego, libertad, mamá, gracias y milanesa; fueron las preferidas y también adquirieron en este marco un espontáneo, profundo y nuevo significado.
Fueron más de 1500 los congresales de Rosario, otros 300 del resto del país y unos 40 extranjeros e indígenas que durante cuatro jornadas discutieron el futuro del idioma en relación con otros lenguajes y tecnologías, donde mostraron su cultura, propusieron cambios y hasta inventaron nuevos términos como “abrasol” -es decir, “el abrazo que nos da el sol”-. También eligieron las palabras más importantes para una nueva forma de vivir y conceptualizaron cuestiones como la educación, la política y la familia.
Las decenas de maestras que habían acompañado a sus alumnos no pudieron ocultar su emoción cuando escucharon que los congresales votaban por unanimidad que “la educación tiene problemas, pero en Argentina sigue siendo buena” o que “la tecnología no es mala, porque en Internet si no sabés aprendés y si sabés la aprovechás mucho más”. Y también que “los libros son un clásico, las imágenes no lo reemplazan porque cuando leés tenés que imaginar”.
Los tres grupos por edades, desde los cuatro años hasta los 14, pusieron a la palabra “juego” entre los tres primeros lugares de las diez palabras más importantes. Sol, amor, paz, amarse, mamá, libertad, gracias, bicicleta, papá y milanesa, ocuparon las otras preferencias si bien el orden y las palabras mismas iban cambiando según la edad.
Por ejemplo, en los conceptos de “amor” y de “amarse” para los chicos están claras las diferencias. “El amor es el que sienten por nosotros nuestros padres, padrinos, tías, abuelas y conocidos, que ya nos quieren antes de nacer”. Pero “amarse” es otra cosa. Es “salir a buscar una persona que no es pariente, un amigo, una pareja o alguien para casarse y amarse para siempre”.
Así, la “mamá” es una “especie humana que ayuda en la casa, trabaja, llama por teléfono diez veces por día para ver cómo estamos. Está cuando comemos y nos vamos a dormir. Está siempre junto a nosotros y es nuestra amiga”. El papá, claro, es un poco más lejano pero igual “nos quiere y nos protege. Sale a trabajar. Algunos son pelados y otros no, pero siempre es el más alto de todos”, en la visión de los chicos de 4 a 6 años.
“Gracias”, fue una palabra clave también porque “cuando se dice hace el otro se sienta bien, se sienta valorizado”.
En cada una de las palabras y conceptos aprobados por los congresales, los chicos se comprometían a “defender la palabra” y también a “distribuirlas entre todos”, porque “a la palabra hay que distribuirla como a la riqueza”. Y un mensaje para los adultos: “respeten nuestra palabra”.
La directora de la Isla de los Inventos y creadora de El Congresito,
Chiqui González, estaba exhausta pero feliz. El sueño se había cumplido junto a decenas de colaboradores que trabajaron con pocas horas de sueño durante los cuatro días. Al final de las conclusiones, firmaba autógrafos en los diplomas como si fuera una estrella para los chicos que durante todos los días se peleaban para ver quién era “más amigo de la Chiqui”. El esfuerzo del Congreso mayor y oficial deberá ser enorme para superar lo que El Congresito ha logrado.
Este contenido no está abierto a comentarios