El PS quiere cerrar el año con la casa en orden
El socialismo salió a mostrarse unido y prepara un relanzamiento del Frente Progresista de cara a dos años clave para su futuro político.
El Partido Socialista (PS) santafesino procura cerrar un 2017 adverso en el plano electoral apostando a la unidad, en un contexto minado de versiones que vienen alimentando las diferencias internas, e insuflándole oxígeno al Frente Progresista (FPCyS) de cara a los dos años que restan para los próximos comicios, que serán determinantes para su futuro político.
A pedido expreso del titular del socialismo santafesino, el concejal de Rosario Enrique Estévez, el gobernador Miguel Lifschitz y el presidente del partido a nivel nacional, Antonio Bonfatti, participaron el miércoles pasado de la última reunión del año de la junta ejecutiva provincial de esa fuerza política.
Durante el encuentro, realizado en la ciudad de Santa Fe, hubo “análisis, debate y unidad de acción para el futuro” de la provincia, oficializó Estévez a través de su cuenta de Twitter.
Pero la presencia de Lifschitz y Bonfatti en la reunión de la junta ejecutiva provincial del PS no fue menor. Y permitió, además de la difusión de una foto con impronta de unidad, aventar no pocas diferencias internas blanqueadas al término de las primarias de agosto y potenciadas tras las elecciones generales de octubre.
Además, el jefe de la Casa Gris aprovechó para explicar los alcances del reciente pacto fiscal rubricado, al igual que otros mandatarios provinciales, con el gobierno nacional.
En ese marco, quedó en claro la toma de una decisión basada en cuestiones institucionales y de gestión, en paralelo a las objeciones que el PS viene planteando frente a las políticas de la administración de Mauricio Macri.
Es que el sábado, durante la reunión del comité ejecutivo nacional y el consejo federal del socialismo (a la que asistieron tanto Bonfatti como Lifschitz), los referentes del partido analizaron la situación social, económica y política y firmaron un documento en el que rechazaron las reformas tributaria, laboral y previsional que impulsa el gobierno de Cambiemos. Pocos días antes, el mandatario santafesino había sellado el pacto fiscal con Macri.
El ida y vuelta entre Bonfatti y Lifschitz fue in crescendo apenas consumidas las Paso, cuando en el entorno del gobernador centraron los cuestionamientos en su antecesor por su escaso protagonismo en la campaña. Del lado del actual titular de la Cámara baja provincial retrucaron con una supuesta decisión de desplazarlo de la actividad proselitista.
Luego, al filo de las generales, Lifschitz tildó de “inaceptables” las declaraciones de Bonfatti, quien comparó a Macri con el líder nazi Adolf Hitler, y consideró esas palabras de “una soberbia incomprensible”.
En clave de fumata blanca, de ahora en más ambos dirigentes compartirán varias actividades públicas, según deslizaron ayer a La Capital fuentes partidarias.
Pero no sólo se trata de recuperar la agenda perdida: el socialismo también pretende unificar posiciones para abrirle camino, en 2018, a la reforma de la Constitución santafesina. Al mismo tiempo, ya prepara el relanzamiento del Frente Progresista (¿cambio de nombre incluido?) para encarar dos años en los que pondrá mucho en juego.
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