El que mucho abarca, poco aprieta
El domingo la mayoría de los argentinos -a excepción de Tierra del Fuego-, una parte de Uruguay, Brasil y Chile quedaron por algunas horas a oscuras. Mientras el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, aseguró que “hay cero posibilidades de que esto se repita”, los técnicos estipularon que recién dentro de quince días se podrán conocer las causas del desperfecto.
Analía De Luca
El domingo 16 de junio, 48 millones de argentinos (y algunos uruguayos) se despertaron con la noticia de que no tenían electricidad. A media mañana, la Secretaria de Gobierno de Energía -a través de su cuenta de Twitter- informó: “el corte de energía eléctrica que se produjo hoy a las 7.07 de la mañana habría sido por una falla del sistema de transporte desde Yacyretá. Eso produjo el corte de manera automática (sin intervención humana)”, “debido a las tormentas del litoral, que sacaron de sistema líneas de Yacyretá – Salto Grande. Eso saca de sincronismo a la centrales eléctricas de todo el país, que tienen protección automática cuando se altera la frecuencia de 50 Hz. Al estar conectado Uruguay también lo afectó que además depende de Salto Grande”.
Y mientras el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, aseguró que “hay cero posibilidades de que esto se repita”, los técnicos estipularon que recién dentro de quince días se podrán conocer las causas del desperfecto, que van -según el runrun popular- desde un atentado cibernético, pasando por un complot político contra las elecciones provinciales que se llevaban adelante en Santa Fe, San Luis, Tierra del Fuego y Formosa, pasando por una intervención de tipo alienígena. Pero, volviendo a los dichos del Secretario Lopetegui, ¿cómo se puede asegurar que no volverá a ocurrir algo que ni siquiera se sabe qué fue?
Por el contrario, podríamos prever que, como las tormentas convectivas son cada vez más frecuentes en la región, asistiremos a este tipo de apagones masivos con regularidad y la interconexión nacional debería tener -a falta de planes de contingencia-, cuanto menos, sistemas alternativos.
Inversiones
El 14 de junio se anunció una inversión del Banco Interamericano de Desarrollo de alrededor de 800 millones de dólares para obras en la represa de Salto Grande. En tanto, por estos días, se conocerán los resultados de la licitación internacional 670 (11/03/19) para la construcción de una ampliación en Yacyretá que permitirá ampliar un 9% la capacidad de generación energética.
Uno de los cinco consorcios competidores en esta licitación es el conformado por Power China y SACDE, que ofreció 274.9 millones de dólares para un presupuesto oficial que estimaba 360 millones de dólares. Los otros cuatro consorcios son los conformados por Ansaldi, Rovela y Tecnoedil (193.2 millones de dólares); el de Techint, Roggio y Panedile (318.9 millones de dólares); Salini Impregilo, Cheddiak e Iatasa (240.3 millones de dólares); y el conformador por Malucelli, Talavera Ortellado y Cartellone (225.1 millones de dólares).
La ahora SACDE es la vieja IECSA que Ángelo Calcaterra (el primo de Macri investigado por su relación con las causas Odebretch y Siemens) le vendió a Marcelo Mindlin, quien es dueño además de Pampa Energía, el socio mayoritario de Transener, la empresa que gestiona a su vez el SADI (Sistema Argentino de Interconexión). Pampa Energía es, además, la dueña de Edenor y de TGS (una de las dos mayores empresas transportadoras de gas del país). Finalmente, SACDE (Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Energético) incorporó a Petrobrás Argentina, que también ahora pertenece a los Mindlin.
Así, Pampa Energía es una de las empresas que más ha facturado en la gestión Macri, debido a los incrementos en las tarifas energéticas; su “socia” SACDE interviene en el mantenimiento de las instalaciones generadoras; y el propietario de ambas, Marcelo Mindlin, es -además- quien administra el flujo de electricidad y gas a nivel nacional a través del SADI. Es decir, Marcelo Mindlin monopoliza la energía argentina.
Tierra del Fuego y Prosumidores
La provincia más austral de Argentina no está conectada al sistema de interconexión eléctrica nacional y son las ciudades las que generan su propia energía, con usinas independientes en Ushuaia y Río Grande y un parque eólico en desarrollo en toda la provincia. Fue la única provincia que no sufrió el apagón y, si bien los especialistas locales reconocen que es importante estar interconectados al SADI (aunque no pueden hacerlo debido al costo que implicaría conectar la isla al continente), sobre todo para poder vender la energía que ellos mismos generan, la conveniencia de contar con este sistema alternativo de energía se explica sola.
La provincia de Santa Fe, en tanto, desarrolla lentamente el concepto de autogeneración energética a través del programa Prosumidores: cada usuario puede generar su propia energía, en este caso solar, e inyectar el sobrante a la red, por el que recibe un reconocimiento económico. Además, existen líneas de financiación para la adquisición de los equipos y muchos proveedores: aunque todavía es costoso (la inversión mínima para solarizar una vivienda ronda los $145.000), la provincia financia para usuarios residenciales hasta $180.000 hasta en 48 meses. Con cuotas que rondan los $3.500 (menos que una factura promedio de electricidad), es una opción para tener en cuenta.
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