Emprendedores: en un año crecieron un 150 por ciento
Más de 2 mil personas pasaron por el ABC del programa Rosario Emprende. El 70 por ciento lo encara como primer ingreso familiar
Durante el año pasado, más de dos mil personas pasaron por el llamado ABC del Emprendimiento en Rosario, un 150 por ciento más que el año previo. Se trata de la instancia inicial que debe atravesar cualquier emprendedor para encarar un proyecto productivo que le permita después aspirar a un puesto en alguna de las 700 ferias que funcionan en forma permanente o temporaria en la ciudad. Según detalló ayer el secretario de Economía Social del municipio, Nicolás Gianneloni, siete de cada diez personas que egresaron de esa capacitación en diciembre último se integraron al programa en busca de una salida productiva como primer ingreso familiar. Es decir, para poder sostener su hogar.
La primera pregunta que surge es a qué se debe ese crecimiento. ¿Obedece al auge del “emprendedorismo” que promueve como un mantra el gobierno nacional planteándolo como alternativa al empleo tradicional? ¿A búsquedas creativas de innovación tecnológica? ¿O se trata del efecto de la pérdida de changas e incluso de fuentes de trabajo formal?
Para Gianneloni no existe una única respuesta. “No lo tenemos medido”, admite. Sin embargo, a la luz de las encuestas que se realizan a la gente antes y después de ingresar al ABC, en la mayoría de los casos las respuestas refuerzan la tercera posibilidad.
“Claramente hay un 70 por ciento de gente que busca alternativas de autoempleo como primer ingreso para el hogar, lo que nos lleva a pensar que se suma por necesidad laboral y económica”, explica el funcionario. Eso supone que no hay otros recursos más importantes para mantener a la familia.
Respalda esa hipótesis el hecho de que “la mayor cantidad de inscriptos viene de barrios con gran vulnerabilidad social”.
De hecho, el primer contacto con el programa se hace en las oficinas de Rosario Emprende que funcionan en los centros de distrito. Y donde más demanda se registró el último año fue en el oeste, uno de los que ostenta los peores indicadores sociales.
Si bien no es el objetivo último del programa, cuando la gente se inscribe al ABC aspira sobre todo a acceder a un puesto en unas de las 700 ferias habilitadas que funcionan en la ciudad, entre permanentes, especiales e itinerantes, donde según las cifras de Economía Social 35.500 familias ya viven de comercializar los productos que elaboran en el seno hogareño o en forma mancomunada con otros.
Sólo si se culmina la capacitación inicial y “la producción se encuadra dentro de las posibilidades de oferta”, el emprendedor queda en condiciones de aspirar a un puesto en las ferias, que es el móvil con que llega a inscribirse. “Obviamente, que lo logren dependerá de los cupos de cada una”, advirtió el funcionario.
Mujeres
“Entre el 2016 y el 2017 hubo un 150 por ciento más de gente queriendo ingresar a una feria”, dijo Gianneloni. De las 2.008 personas inscriptas el año pasado, el 72,1 por ciento fueron mujeres, la mayoría de ellas sostenes de hogar.
Conscientes de esa “demanda en crecimiento”, este año Economía Social prevé aumentar la cantidad de ferias urbanas, calendario en el que aún se trabaja.
“Pero la idea no es que se queden para siempre en esos puestos, sino que sea una primera etapa y paulatinamente se puedan ir incorporando a otras instancias, como al Mercado del Patio, el Almacén de las Tres Ecologías, locales en centros barriales e incluso teniendo una marca propia”, dijo Gianneloni.
Esas alternativas son, finalmente, las que fortalecen el programa y demuestran que “ofrece respuesta”, ya que abren genuinas oportunidades de trabajo formal y capacidad de perfeccionamiento.
Los dos rubros con mayor apuesta son los de elaboración alimenticia (con control y certificación especial y exclusiva para emprendedores a cargo del Instituto del Alimento) y diseño de indumentaria.
Unas 300 personas anotadas
El 8 de febrero próximo, a partir de las 9, se iniciará la primera edición del año del ABC del Emprendimiento (o ABC de Verano), instancia inicial del proyecto productivo para la que ya hay anotadas 300 personas. La capacitación, que se llevará adelante en la sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), será de carácter intensivo y se extenderá durante un mes.
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