Encontraron muerto al empresario desaparecido en Caballito
Sus familiares reconocieron su cuerpo, que apareció calcinado en Cañuelas. Detuvieron a un yerno y a un mecánico.
El empresario español Roberto Fernández Montes, que había desaparecido el sábado, fue encontrado sin vida en Cañuelas. Por la muerte de Fernández Montes, que tenía 67 años, fueron detenidos su yerno y un mecánico.
La principal hipótesis es que Fernández Montes fue asesinado el sábado en su departamento de calle Aranguren 36, en el barrio de Caballito. Por el hecho están detenidos su yerno y un mecánico, quienes fueron registrados por las cámaras de seguridad del edificio, cargando un bulto envuelto en un acolchado y yéndose con el auto de la víctima.
Sus familiares habían denunciado que desde el sábado no tenían noticias. El automóvil apareció incendiado en Almirante Brown, en tanto el cuerpo que finalmente terminaría siendo identificado como el de Fernández Montes, fue hallado el día domingo, con signos de haber sido calcinado, en la localidad de Cañuelas.
Según relató María del Carmen, quien era su pareja desde hacía 13 años, la última vez que habló con el empresario fue el sábado en horas del mediodía y habían quedado para cenar. Sin embargo nuevas llamadas sin respuesta, la hicieron sospechar de que algo malo había ocurrido, y lamentablemente no se equivocaba.
María del Carmen se dirigió hacia la casa de Rodríguez Montes y advirtió que él no estaba ahí como le había dicho, ni tampoco estaban su auto, ni el de su hija. La mujer fue entonces hasta la empresa intentando deshacer los pasos de su pareja, pero allí sólo encontró a su yerno, de nombre Santiago, quien le dijo que no sabía nada de él.
El yerno se ofreció entonces a ir junto a ella y las hijas de la víctima nuevamente hasta el departamento de Caballito. El novio de la hija y empleado de Rodríguez Montes, desde el año pasado tenía con la víctima una relación que la familia catalogó de “tensa”, a partir de que había sido descubierto robando dinero.
Con el correr de las horas el yerno quedaría más que comprometido, cuando al revisarse los videos de las cámaras de seguridad del edificio de Aranguren 36, se lo viera en el ascensor junto a un mecánico cargando algo envuelto en un acolchado, y más tarde cargando el bulto en el automóvil de la víctima y yéndose del lugar.
Este contenido no está abierto a comentarios