FERNÁNDEZ: "ARGENTINA NO QUIERE DECLARACIONES, SINO RESOLVER EL PROBLEMA"
“Nosotros no queremos una declaración formal de buena voluntad, queremos resolver el problema. No tiene ningún sentido que los presidentes expresen su buena voluntad de resolver el asunto, si el asunto no se resuelve”, dijo Fernández en diálogo con Radio Diez, en alusión a la suspensión del encuentro entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez previsto para ayer en Colonia.
El Jefe de Gabinete negocia con el secretario de la Presidencia del Uruguay, Gonzalo Fernández, el texto de un documento que deberán suscribir los mandatarios en el encuentro que aún no tiene fecha fijada, pero aún subsisten diferencias de criterio sobre la tarea y las atribuciones de la comisión encargada de monitorear el funcionamiento de las papeleras.
Para Fernández, “no tenía mucho sentido hacer” la cumbre en Colonia ayer, e insistió en la necesidad de realizar un estudio de impacto ambiental “para saber de qué hablamos”.
Según explicó, “Uruguay propone definiciones más laxas” en la redacción de un documento conjunto y consideró que “por fijar temas de pericia con imprecisión, después los peritos terminan siendo imprecisos”.
“Lo que tiene que quedar en claro es que no estamos llevando adelante un debate político, estamos preservando una comunidad que dice que se va a ver sensiblemente afectada en sus condiciones de vida. Esa es nuestra misión como gobierno, nosotros estamos representando esos intereses”, aseveró.
En tanto, Fernández pidió que “hay que salir con racionalidad” del diferendo con Uruguay y señaló que “entre ambas posturas debe haber un punto de racionalidad intermedia”.
“No se puede resolver el conflicto diciendo arbitariamente que se vayan las plantas si no conocemos cuál es el impacto ambiental que esas plantas puedan tener, porque tal vez no tengan el impacto ambiental que muchos suponen”, dijo Fernández.
El jefe de Gabinete agregó que “tampoco es posible cuando muchos suponen y dicen, con muchos argumentos justificados, que el impacto ambiental es grande, decir que se hagan igual creyendo que el impacto ambiental es nulo”.
Entre los temas que aún restan definir, el jefe de Gabinete habló del “efecto acumulativo de ambas plantas” y, en ese sentido, precisó que “no se puede medir el efecto en el medio ambiente de una planta separada de la otra, porque cuentan los ambientalistas que uno más uno no siempre es dos. Uno más uno potencia el resultado y termina siendo cuatro”.
Fernández dijo que también falta “determinar a qué llamamos medio ambiente”, ya que “no es sólo la atmósfera, el agua, la flora y la fauna, sino también lo ictícola, de qué modo se afecta lo rural, de qué modo se afecta el égido urbano, la economía y el turismo”.
“Si están equivocados y efectivamente es como dice el Uruguay y este daño no tiene la dimensión que dicen que tienen, pues entonces lo veremos en ese estudio. Es tan simple como eso. Y aclaro que todo ha sido planteado desde siempre con la mejor buena fe, tratando de buscar un punto final a este problema”, aclaró.
Finalmente, dijo que el estudio de impacto ambiental implica “pedirle a una comisión de ambientalistas destacados que nos digan ‘dirímanme estos puntos con toda precisión’ y los puntos no son más de diez o doce, pero que son los que nos van a permitir tener un cuadro de situación sobre cómo el medio ambiente se puede ver afectado por la construcción de las plantas”.
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