Filipinas: 42 años de prisión para la corrupta ex primera dama
Imelda Marcos ha sido condenada a pasar varias décadas en la cárcel por corrupción. El Tribunal Especial Anticorrupción filipino ha emitido una insólita sentencia que declarada culpable a la ex primera dama de siete delitos con penas de entre seis y once años por cada uno de ellos, por lo que la sentencia se eleva, al menos, a 42 años de cárcel.
Los habría cometido en su etapa como gobernadora de Manila, entre 1975 y 1986, creando fundaciones privadas en Suiza para ocultar miles de millones de dólares procedentes del erario público de su país.
Ni la ‘mariposa de hierro’ filipina de 89 años ni ninguno de sus abogados ha acudido a la lectura de la sentencia ni ha hecho ninguna declaración al respecto. A pesar de lo abultada de la condena, es probable que la congresista consiga librarse de la cárcel, incluso aunque el tribunal haya emitido una orden de arresto, porque no se ejecutará de inmediato.
La viuda de Ferdinand Marcos, inhabilitada para ejercer cargo público, tiene derecho a recurrir ante el Supremo, y es posible que el tribunal acabe imponiendo una fianza a cambio de su libertad mientras siga adelante el proceso judicial. La apelación podría demorarse años en un sistema judicial como el filipino, especialmente lento. Como ejemplo solo hay que tener en cuenta el fallo que acaba de emitirse: responde a una demanda presentada por el Defensor del Pueblo en 1991.
Se cree que la familia Marcos amasó de forma ilegal una fortuna valorada en entre 5.000 y 10.000 millones de dólares que ocultó en cuentas en el extranjero. Incluiría dinero, pero también inmuebles -varios edificios en las mejores zonas de Nueva York y Beverly Hills-, un tesoro (incautado y parte subastado) de diamantes, esmeraldas y rubíes tasados en 21 millones de dólares, y obras de arte. El Gobierno consiguió hace unos años recuperar varios cuadros de Picasso, Van Gogh y Monet y confiscó obras de Goya y Miró. En 2004, Suiza devolvió 658 millones de dólares al tesoro filipino procedentes de cuentas irregulares de los Marcos, y las autoridades filipinas estiman que han logrado rescatar 4.000 millones de los sustraídos por la poderosa familia.
Aun así, según la revista Forbes, Imelda Marcos era en 2013 la tercera persona más rica de su país con una fortuna de 5.000 millones de dólares. La organización de Transparencia Internacional considera a Marcos el segundo líder más corrupto de la historia, solo por detrás del indonesio Suharto. Según datos de Amnistía Internacional, en los nueve años en los que estuvo vigente su ley marcial -de 1972 a 1981-, al menos 3.200 personas fueron asesinadas, 70.000 encarceladas y 34.000 torturadas.
Ferdinand Marcos gobernó Filipinas desde 1965 hasta la revuelta popular de 1986 que expulsó al presidente y a su familia al exilio en Hawai donde el dictador murió tres años después. Un fallecimiento que permitió a su familia volver en 1992 –su cuerpo embalsamado regresó en 1993 y recibió funeral de héroe en el cementerio de Manila en 2016- para enfrentarse a 400 procesos judiciales aunque, por el momento, ninguno de ellos les ha llevado a prisión. El regreso, sin embargo, les brindó la posibilidad de seguir haciendo carrera política -el hijo del presidente se presentó a la vicepresidencia en 2016 y su hija aspirará al Senado el año que viene-.
Cuando salieron de Filipinas para exiliarse, la ‘mariposa de acero’ dejó atrás 15 abrigos de visón, 508 vestidos y más de un millar de bolsos y zapatos de Chanel, Dior, Gucci o Prada. “Algún día mi nombre saldrá en el diccionario: imeldífico significará la ostentación y la extravagancia”, dijo Imelda Marcos.
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