Finalmente, se fue de su casa el hombre demandado por sus padres
El millennial de 30 años demandado por sus propios padres finalmente se fue de su casa. Mark y Christina Rotondo tuvieron que acudir a la Justicia para que desaloje a su hijo Michael. El joven no trabajaba ni colaboraba con las tareas domésticas.
Michael Rotondo, un desempleado de 30 años, ganó una inesperada fama cuando se conoció su historia: sus propios padres lo demandaron ante la Justicia de Nueva York porque no quería irse de la casa familiar. Según dijeron, el hombre -que se reconocía a así mismo como “un millennial liberal”- no aportaba plata y tampoco colaboraba en las tareas domésticas. Finalmente lo que comenzó como una pequeña guerra puertas adentro, hoy tuvo su epílogo: Michael abandonó la casa.
“Eso es todo. Es el final de mi relación con ellos. No hay nada más que decir”, dijo Michael sobre sus padres Christina y Mark mientras cargaba en el baúl de una camioneta todos sus bultos: cajas con ropa, cuadros, libros, herramientas y hasta juguetes: legos, rompecabezas y camiones de plástico.
Michael había pedido seis meses de plazo para abandonar el hogar, pero el juez fue terminante: el límite era el 1 de junio. En una entrevista definió el clima con sus padres como “intenso” y “difícil”. También dijo que no quiere tener más relación con ellos.
Según contó, por el momento alquiló un Airbnb por una semana mientras busca un departamento “barato, con internet”.
Christina y Mark Rotondo, los papás del joven, acudieron a la Corte Suprema del estado de Nueva York, después de agotar las primeras instancias para que Michael se hiciera cargo de su propia vida. Primero le dejaron de cocinar, luego le prohibieron que lavara su ropa en las lavadoras y finalmente comenzaron a enviarle una serie de cartas que presentaron ante la Justicia.
La primera está fechada el 2 de febrero. “Después de una discusión con tu madre, hemos decidido que debés dejar esta casa de inmediato. Tenés 14 días. No se te permitirá retornar. Tomaremos las acciones que fueran necesarias para respaldar esta decisión”.
Luego llegó una segunda, más intimidatoria: “Michael Joseph Rotondo, por la presente, estás desalojado”.
En la tercera incluso le ofrecieron plata, 1.100 dólares, para que se fuera. “Hay trabajos disponibles incluso para alguien como vos, que no tiene un buen historial laboral. Conseguí un trabajo, tenés que trabajar”.
Durante los últimos diez años, Michael vivió en casa de sus padres sin aportar dinero ni colaborar en las tareas del hogar. Tuvo un trabajo por un período breve en la cadena Best Buy, pero renunció cuando le pidieron que trabajara los sábados e inició una demanda por más de 300 mil dólares.
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