FORMAL Y CORTÉS, PERGOLINI VISITÓ A MIRTHA

Vino más que bien esta invitación para los dos, para Mario y para Mirtha. Esta noche por Canal 13, a las 23, empieza el ciclo de documentales que Cuatro Cabezas, la productora de Pergolini, realizó sobre la guardia del Hospital Fernández: E24 (http://old.clarin.com/diario/2003/08/31/c-01022.htm). Además, qué mejor para Mirtha, la visita llegó pegadita a la última “pelea” Pergolini-Tinelli, con un Mario recientemente “enojado” por la aparición del actor del 13 Miguel Angel Rodríguez en “Videomatch”, justo a la misma hora que “CQC”. Los dos sacaron buen provecho de los temas en danza e hicieron lo suyo. Mirtha lo hizo hablar un poco de Tinelli y Mario habló (bastante) de su inminente estreno.

“Nos hemos puesto todas las galas porque viene Pergolini”, dijo la anfitriona. Para recibir a su único comensal, la Chiqui eligió un vestido largo color salmón cuya elegancia quedó algo descompensada con el look que lució Mario, más de sport: pantalones de vestir, camisa clara sin corbata y saco. El caballero saludó y llegaron las rimeras “declaraciones” de la dama: “Hay qué joven que estás, nene”. Y el “enemigo-íntimo” se hizo presente cuando todavía estaban de pie: “¿Viste que Tinelli no viene el lunes próximo al final?, va a venir más adelante” avisó la conductora. “Mmm…¿habrá arrugado?” respondió él con más picardía que malicia mientras salía también en dúplex para la Rock and Pop. La voz de Eduardo De la Puente apareció en el piso de América y Mario puso orden desde el vamos: “Traten bien a la señora” advirtió a su trouppe radial y, del brazo, llevó Mirtha hacia la mesa.

El segundo bloque arrancó con un tape-biografía que dejó al invitado muy bien parado: “Así es Mario Daniel, el yerno que toda suegra quisiera tener”, cerró el informe. “Sos un buen marido se me ocurre” comentó ella cuando las cámaras volvieron a la mesa. “Bueno, soy mejor padre que marido, me parece”, concluyó él entre risas. Las preguntas familiares anduvieron por los costados más o menos conocidos: casado, dos hijos, una hermana, sobrinas y un padre que inventó la lapicera 303.

Cuando fue el turno de hablar sobre los blancos preferidos de “CQC”, la Chiqui aprovechó para llevar agua para su molino: “No la querés a Susana. Me tenés simpatía a mí y no a ella, peroooo,…¿por qué?, si es una excelente persona”. Mario minimizó la cuestión y con la más amplia de sus sonrisas dijo “pero si nomás le hacemos chistes con una sola cosa.” No fue Mario el que dijo sobre qué cosa hacen los chistes sino Mirtha: “pero Susana no está gorda, está flaquísima. La televisión engorda”, abogó la conductora. “ Sí, sí, la televisión engorda, por eso salgo yo tan gordo” le retrucó él. Cuando se habló sobre Sovofich, otro “blanco CQC”, Mario fue más que elocuente: “bueno, bueno, ojo, separemos a los que se merecen (los palos) de los que no”.

Después se habló un buen rato sobre el estreno de esta noche. “E24 es un programa bárbaro, los últimos diez minutos de hoy son buenísimos. Además no hemos elegido ese hospital al azar. Es el lugar donde hay pacientes de la Villa 31, de Barrio Norte y hasta turistas”, explicó su ideólogo que también mechó un comercial sobre las cucarachas que se verán mañana en “CQC”. “Las de mañana hacen Polémica en el bar”, adelantó Mario.

Los dardos que se esperaban contra Tinelli al final no fueron muchos ni tan punzantes. Mario se limitó a aclarar que a él no le da gracia ver “Videomatch” pero que la productora Ideas del Sur (de Marcelo) se está convirtiendo en una buena empresa, “productos como Tumberos y Todo x 2 pesos, lo demuestran”. Las flores también se las llevó Adrián Suar, incluso a pesar de aquel préstamo, al que le encontró inmejorables razones: “Es que Adrián es demasiado buen tipo para el lugar que ocupa”. El almuerzo terminaba y hubo que ponerse de pie. Apenas lo hizo ella, él la siguió y casi casi que el programa cerraba. Faltaba, sin embargo, una aclaración de Mirtha: “Quiero que sepan que en el corte, al comienzo, cuando nos sentábamos a la mesa, Mario fue uno de los pocos, poquísimos hombres, que arrimó mi silla”. Fue todo un caballero…