Francia prohibió el uso de burkini en piscinas públicas
Los trajes de baño de cuerpo completo o burkini fueron prohibidos en Grenoble, en el sureste de Francia. Así lo dictaminó el máximo tribunal administrativo del país mediante un fallo.
La corte consideró que el uso de la indumentaria vulnera el principio de neutralidad religiosa. La ONU teme el incremento de la estigmatización de la comunidad musulmana con este tipo de decisiones.
El máximo tribunal administrativo de Francia dictaminó que no se deben utilizar trajes de baño completos, incluido el burkini, en piscinas públicas en la ciudad de Grenoble, ubicada al sureste de Francia, avalando una orden previa de un tribunal inferior.
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La decisión llega después de que en mayo la Alcaldía de la ciudad votará a favor de que las personas que desearan utilizar este tipo de trajes pudieran hacerlo. Sin embargo, el prefecto de la ciudad -alta autoridad gubernamental- bloqueó esta decidión al asegurar que iba en contra del principio francés del laicismo, que promulga que la afiliación religiosa debe ser un asunto privado. Un punto de vista que fue validado este martes por la justicia del país.
El burkini es un tipo de indumentaria cuyo nombre surge de la combinación de “burka” (velo islámico) y “bikini”. Estos trajes buscan mantener las creencias de las mujeres musulmanas, que suelen usar vestidos de baño que cubren el cuerpo entero, dejando a la vista solo las manos y los pies.
Francia tiene la minoría musulmana más grande de Europa, estimada en cinco millones de fieles. En 2010, se prohibió el velo niqab y la burka en público. Para 2016 se intentó prohibir el uso de burkinis en playas públicas a nivel nacional.
Actualmente hay algunas ciudades que permiten el uso de burkinis en piscinas públicas, como Rennes, que tiene una normatividad más relajada y permite que las mujeres usen trajes de baño completos en público.
Un debate social y político
Aunque este tipo de traje es utilizado por un pequeño porcentaje de mujeres en Francia, es un tema que genera fuertes confrontaciones políticas, especialmente en los partidos de derecha y ultraderecha.
Marine Le Pen, líder de la extrema derecha, aseguró que quiere introducir una ley para prohibir los burkinis en todas las piscinas públicas del país.
Mediante un comunicado, el Consejo de Estado aseguró que esta medida busca mantener “la neutralidad de los servicios públicos”.
Francia tiene reglas estrictas de vestimenta en las piscinas públicas para mantener la higiene, como el uso de gorras y la prohibición de bañadores holgados o de ropa muy voluminosa.
Luego de conocerse la decisión por el Consejo de Estado, Gerald Darmanin, ministro del Interior, dijo que la decisión es “una victoria para nuestra ley de ‘separatismo’, para el laicismo y sobre todo, para la República”.
Preocupación en torno a la estigmatización de los musulmanes
El 16 de mayo, el ayuntamiento de Grenoble había votado a favor del uso de burkinis en público, luego que un grupo de activistas realizara una campaña para que el uso de estos trajes de baño fuera libre. El alcalde de la ciudad también había votado a favor.
Al ser un tema tan polémico, la ONU ha pedido a Francia que levante la prohibición del burkini desde 2016. El portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, aseguró que las prohibiciones “alimentan la intolerancia religiosa y la estigmatización de los musulmanes”.
De igual manera, calificó “la forma en la que se han implementado los decretos anti-burkini en algunos centros turísticos franceses” como “humillante y degradante”.
Dentro de la decisión de este martes, también se autorizó que las mujeres naden en topless -sin ninguna prenda de la cintura hacia arriba-, hasta el momento, la medida no ha tenido ninguna objeción por parte de los tribunales.