Hallaron en Colombia los cadáveres de los tres periodistas peruanos
Los familiares de los periodistas ecuatorianos, asesinados en límites entre Colombia y Ecuador, pidieron en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, del Valle del Cauca, que haya justicia y una ardua investigación.
Tras 90 días, los familiares del equipo periodístico del diario El Comercio de Ecuador esperan que este lunes la confirmación de las identidades de los cuerpos hallados en zona rural de Tumaco. Sin embargo, no dejarán de pedir que se aclare su secuestro y asesinato de los comunicadores en la frontera.
El Instituto de Medicina Legal en Cali, a donde llegaron el viernes, les informó que este lunes tendrán en sus manos la información genética. De acuerdo con la entidad, a pesar de que se obtuvo información de las cartas dentales, “no hay una identificación fehaciente, completa y cientificable” del periodista Javier Ortega, de 32 años; el fotógrafo Paul Rivas, de 45, y el conductor Efraín Segarra, de 60.
Cabe recordar que los comunicadores fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la parroquia Mataje de la provincia ecuatoriana de Esmeraldas. El 13 de abril las autoridades señalaron que habían sido asesinados por una disidencia de las Farc encabezada por alias ‘Guacho’.
Para los familiares de las víctimas, este ha sido un viaje de expectativas y angustia por encontrar a sus seres queridos. También afirmaron que les ha molestado que el hallazgo de los cuerpos se haya conocido por redes sociales y que por ese mismo medio, el Ministerio de Defensa haya dicho que las identidades estaban en un 99 por ciento confirmadas.
Ricardo Rivas, hermano del fotógrafo Rivas, estima que le causan dudas que no se llamara al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para el levantamiento de los cuerpos. Asegura que así se acordó entre los gobiernos de Colombia y Ecuador, pero que se han enterado cada vez a punta de mensajes en redes sociales. Según autoridades colombianas, el sitio donde estaba las fosas fue minado.Galo Ortega, padre del periodista Ortega, dijo que los familiares han sufrido un ‘daño sicológico’ pero nadie se cansa en Ecuador de pedir justicia.
“Los hechos de las últimas horas sientan un precedente de falta de seriedad para el tratamiento de este caso y siembran sospechas alrededor del ocultamiento de información”, dice el comunicado de familiares.
“¿Quién no dudaría de todo lo ocurrido antes, durante y después del secuestro de nuestros seres queridos? El CICR ha dicho que la muerte de Paul, Javer y Efrain es emblemático para que no haya impunidad con las muertes de periodistas”, pregunta Yadira Aguagallo, novia de Rivas. Ella anota que la identificación es un paso para cerrar ese drama pero señala que “esto no pone final a esta historia, no se ha acabado este capítulo amargo en la historia de Ecuador y Colombia, más bien es el inicio de un camino hacia la verdad y la justicia, y a que se establezcan responsabilidades en todos los niveles”.
La Sociedad Interamericana de Prensa (Sip) anunció que un grupo especial se encargará del seguimiento al caso. La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) pidió que la información antes de ser vinculada en medios sea entregada a las familias de las víctimas.
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