Hoy se celebra el Día Internacional de la Partera

Las parteras salvan vidas. Las parteras bien capacitadas podrían ayudar a evitar aproximadamente dos tercios de todas las muertes maternas y neonatales, según el informe El Estado de las Parteras en el Mundo más reciente. También podrían prestar el 87% de los servicios de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal esenciales.
Con motivo del Día Internacional de la Partera, que se celebra el 5 de mayo cada año, el UNFPA recuerda la importante labor de esas profesionales en asegurar embarazos, partos y pospartos sin riesgo. También recuerdan que las inversiones en partería son beneficiosas.
Las parteras salvan vidas. Las parteras bien capacitadas podrían ayudar a evitar aproximadamente dos tercios de todas las muertes maternas y neonatales, según el informe El Estado de las Parteras en el Mundo más reciente. También podrían prestar el 87% de los servicios de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal esenciales. Sin embargo, solo el 42% de las personas con conocimientos de partería trabajan en los 173 países donde se producen más del 90% de las muertes maternas y neonatales y los casos de mortinatos.
En América Latina, cada año 7.300 mujeres mueren durante el embarazo y el parto, 1 millón no da a luz en instituciones de salud y 2 millones de recién nacidos no reciben el tratamiento necesario para evitar complicaciones.
El Fondo de la ONU, asegura que estas mujeres pueden prestar hasta el 87% de los servicios esenciales de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal.
El UNFPA está impulsando cada vez más a las jóvenes latinoamericanas a que elijan la carrera de partera profesional ya que muchos países de la región necesitan más de estas trabajadoras de salud.
¿POR QUÉ SE NECESITAN PARTERAS?
El mundo ha experimentado un descenso constante de las muertes maternas y neonatales desde 1990. Sin embargo, cientos de miles de mujeres y recién nacidos siguen muriendo cada año durante el embarazo y el parto. Solo en 2013 murieron cerca de 289 000 mujeres y casi 3 millones de recién nacidos. La gran mayoría perdieron la vida por complicaciones y enfermedades que podrían haberse evitado con una atención prenatal y obstétrica adecuada, servicio que prestan las parteras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve la “atención especializada a todos los partos” por un profesional acreditado, como una partera, un médico o un miembro del personal de enfermería, que haya recibido formación para atender embarazos sin complicaciones, partos y el puerperio. Los asistentes al parto cualificados también deben ser capaces de detectar las complicaciones y obtener asistencia de emergencia oportuna.
Como profesionales de la salud de confianza, las parteras desempeñan un papel fundamental para evitar muertes y lesiones maternas, evitar las muertes neonatales y recabar datos cuando se producen muertes para ayudar a definir futuras respuestas. Las parteras también ayudan a evitar la transmisión maternoinfantil del VIH. En conjunto, estas actividades ayudan a impulsar el avance de la comunidad mundial hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio cuarto, quinto y sexto, los objetivos relacionados con la reducción de la mortalidad infantil, la mejora de la salud materna y la lucha contra el VIH y el SIDA respectivamente.
¿QUÉ HACEN LAS PARTERAS?
Las parteras —y las personas con conocimientos de partería— son las principales cuidadoras de la mujer y su recién nacido durante el embarazo, el parto y el puerperio. Una partera cualificada puede proporcionar información y servicios integrales de salud sexual y reproductiva, incluida la atención prenatal, atención obstétrica sin riesgo, y atención posnatal. Las parteras también ofrecen asesoramiento en materia de planificación familiar, servicios para prevenir y tratar la malaria y el tétanos y servicios para evitar infecciones de transmisión sexual, entre ellas el VIH y la sífilis congénita.
Las parteras también ayudan a promover los derechos de las mujeres y las niñas. Al proporcionar información y asesoramiento, pueden ayudar a prevenir la mutilación genital femenina y ofrecer apoyo y asistencia a las supervivientes de la violencia de género. Asimismo, pueden prestar servicios de salud reproductiva a los adolescentes, a los que con frecuencia se les deniega el acceso a estos servicios, con un enorme costo para su salud y derechos.
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