HUGES, UN PUEBLO CON DESOCUPACIÓN CERO
Tranquilidad, prosperidad y trabajo son el común denominador de esta comunidad ubicada a unos 150 kilómetros al sur de Rosario, que esencialmente depende de la actividad del campo, aunque un frigorífico emplea a casi el diez por ciento en forma directa. De acuerdo a datos de la comuna, no tiene desocupación y muchos empleados son de localidades vecinas por la escasez de mano de obra.
El último censo nacional de 2001 reveló que tenía 4.370 habitantes, aunque el crecimiento poblacional y la fuerte demanda laboral de los últimos años hacen creer a las autoridades que alrededor de seis mil personas habitan esta coqueta localidad.
Según los historiadores locales María Braccia y Alejandro Fernández “la fundación de Hughes está íntimamente ligada a la llegada del ferrocarril a la zona, y data del 15 de abril de 1915. Sin embargo, previo a esa fecha ya había asentamientos diseminados en establecimientos agropecuarios”. Santa Teresita del Niño Jesús es el patrono de la localidad y se conmemora cada 1º de octubre y la creación de la comuna data del 6 de agosto 1919.
“El gobernador Manuel Menchaca y su ministro José Amavet dictaron por entonces una resolución aprobando el trazado del pueblo, determinando que comprendía 39 manzanas urbanas y 34 quintas, de las cuales 12 estaban preparadas para su eventual división”, explicaron.
“Las tierras se hallaban divididas en grandes extensiones que ya reconocían propietarios, como los campos de Hughes, Smith, López Saavedra, Bancalari, Dasso, Moreno, Planes, cuyas posibilidades de desarrollo económico estaban limitadas por la carencia de una comunicación con los mercados”, indicaron.
La compañía ferroviaria inició trámites con algunos estancieros a fin de obtener la donación de las tierras para el paso de las vías y la construcción de la estación. Felipe Hughes, inmigrante irlandés, dio una parte de 2.500 hectáreas.Luego constituyó la Hughes y Cía (más tarde Estancias Hughes SA) que se ocuparía de fijar colonos y lotear los terrenos para viviendas y quintas cercanas a la estancia”, sostienen los historiadores.
Hughes está emplazado en el kilómetro 303 de la ruta nacional 8, lo que en parte explica el crecimiento que alcanzó en pocos años. Muy cerca se encuentra la ciudad de Colón (provincia de Buenos Aires), con la cual tiene fuerte lazos comerciales. “Con Venado Tuerto también es fluido el contacto, pero estamos a casi 75 kilómetros, mientras que con Colón apenas nos separan 20”, señaló el comerciante Juan Carlos.
El lugar fue muy conocido en las décadas del 50 y 60 por las competencias de turismo carretera, la célebres “Vuelta de Hughes”, que en cada edición convocaban a multitudes de todo el país a la vera de la ruta nacional 8 y caminos rurales por donde pasaban los “bólidos” de aquellos dorados años del automovilismo.
La principal actividad es la agropecuaria a pesar de que su jurisdicción es de apenas 22 mil hectáreas. Proliferan los contratistas rurales que también trabajan en otras provincias. La industria textil tuvo su época de gloria años atrás y hoy aparece con una franca recuperación, pero dista mucho de aquellos años dorados.
Sin dudas, el emprendimiento comercial más importante es el frigorífico AB&P, que ocupa a 450 trabajadores aunque atraviesa una coyuntura delicada por la medida del gobierno nacional de suspender la exportación de carnes, que trajo aparejado la garantía horaria de casi un centenar de ellos y posibles despidos.
No obstante, confían que cuando se tranquilice la situación todo volverá a la normalidad. La planta tiene un potencial de expansión muy grande y esas medidas sólo se producen por hechos aislados. Al menos ese es el pensamiento generalizado de los vecinos que ven con preocupación el desarrollo de los acontecimientos.
Sin embargo, las autoridades sostienen que no hay desocupación. “En el pueblo hay trabajo para todos y no tenemos problemas en ese sentido”, dijo el presidente comunal Néstor Parnasso.
Un dato llama poderosamente la atención: la gran cantidad de no nativos. En 1973, el 58,4% de la población no era oriunda de Hughes, de los cuales el 4,8% eran extranjeros. esa tendencia se consolidó 15 años más tarde y de los 3.168 habitantes el 65% no eran nativos, promedio que actualmente se elevó al 72,5%.
Gabriela Sánchez, de 28 años, hace 21 que vive en Hughes y es oriunda de la bonaerense localidad de Alberdi. “La verdad es que es una costumbre decir que soy de donde nací, pero estoy más que contenta con mi querido Hughes”.
ESPERANDO EL GAS
Una de las limitaciones del pueblo es la falta de gas natural, aunque el gobierno comunal está en plena tratativa para lograr el gasoducto Colón-Hughes; que también traería alivio a varias localidades de la zona. Tiene agua corriente con una calidad que no es la óptima, por lo que la ósmosis inversa sería una solución en estos momentos.
Noviembre de 1999 no fue un mes que pasó al olvido en Hughes. Es que la habitual calma de ese pueblo se rompió para siempre y comenzó a ocupar las planas de los diarios, canales y radios del país. Fue la semana en que fue tristemente conocida en el resto del país, cuando una chiquita de siete años, Estefanía Aguzzi, murió en circunstancias sospechosas. El pueblo rápidamente exigió justicia y una enfurecida horda de vecinos arrasó con la vivienda de sus progenitores, a quienes acusaban de haberle propinado una feroz paliza en base a los dichos del médico del pueblo Rodolfo Bellomo (electo presidente comunal en 1999), quien sostenía que las marcas en el cuerpo obedecían a golpes.
Una pueblada exigió justicia frente a la casa de Carina Vigna (madre biológica) y Juan Carlos Aguzzi (padre adoptivo) y lo hizo por mano propia. No sólo destruyeron a pedradas la vivienda familiar sino también la casa del abuelo, Juan Antonio Aguzzi.
Por esa sospecha los padres estuvieron prófugos de la Justicia y de los medios de comunicación nacionales que estuvieron apostados en Hughes durante semanas. Además estuvieron detenidos algunos meses en la alcaldía de Melincué y fueron liberados tras comprobarse que no había pruebas.
La chiquita murió por padecer “púrpura”, una enfermedad que se presenta con manchas en el cuerpo similar a los moretones. Según el padre de Juan Carlos “a partir de ese hecho nuestras vidas cambiaron para siempre. Mi hijo y su mujer se fueron a vivir a Jujuy y ahora están en Italia y dicen que jamás volverán a Hughes”. El caso está en sede judicial y denunciaron a Rodolfo Bellomo por mala praxis.
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