INDAGARÁ LA JUSTICIA AL JEFE DEL EJÉRCITO
A 2800 kilómetros de Buenos Aires, con el mayor sigilo posible, avanza una causa judicial contra el jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini. El juez federal de Río Gallegos, Gerardo Caamaño, lo interrogará en los próximos días como acusado de haber malversado fondos públicos, informó a LA NACION un funcionario que interviene en el expediente.
El jefe del Ejército está sospechado de haber cometido, entre abril de 2002 y mayo de 2003, irregularidades en la apertura y en el manejo de una cuenta bancaria.
En ese momento, Bendini estaba al frente de la Brigada Mecanizada XI, con sede en Río Gallegos. Allí forjó una buena relación personal con el entonces gobernador Néstor Kirchner, que, cuando llegó a la Casa Rosada, en mayo de 2003, lo designó al frente del Ejército.
El magistrado ratificó la citación a indagatoria –en marzo del año pasado había sido postergada–, luego de recibir, el 7 de diciembre pasado, un nuevo peritaje contable sobre el manejo de los 500.000 pesos depositados en la cuenta corriente 5966/78.
De acuerdo con ese estudio –al que accedió LA NACION–, la cuenta reviste el carácter “no oficial” y se abrió de manera ilegal. Y según un análisis que de ese peritaje hizo el fiscal nacional de investigaciones administrativas, Manuel Garrido –había pedido la ampliación del informe–, “sólo el 22,45% de las operaciones contaría con documentación respaldatoria”.
Además de Bendini, fueron citados a declarar como acusados el jefe del Servicio Administrativo Financiero de esa guarnición militar, teniente coronel Carlos Espósito; su esposa, Alba Pérez; Juan Paqualini, Marcelo Marteletti y Jorge Pérez. Estos últimos son integrantes de esa unidad del Ejército y aparecen como beneficiarios de débitos realizados desde esa cuenta.
El juez dispuso que las indagatorias se realizaran entre el lunes pasado, a las 10, y el viernes último, a la misma hora. Sin embargo, un funcionario del juzgado indicó que Bendini “aún” no había declarado. Para evitar filtraciones, las audiencias se realizan bajo estricto secreto de sumario en el propio despacho del juez Caamaño, agregó la fuente.
El magistrado y el secretario federal que tramita la causa, Gonzalo Gil, no respondieron a las consultas de LA NACION para hablar sobre el tema. Voceros del Ejército negaron que Bendini hubiera sido citado a declarar.
La causa contra Bendini se inició en 2003 y lleva el número 1140/03. En mayo de 2004, unos meses después de abierta la investigación, la Oficina Anticorrupción (OA), organismo que depende del Ministerio de Justicia, denunció a Bendini por el delito de peculado, que prevé una pena de hasta diez años de prisión.
Según la denuncia que hizo la OA (entonces dirigida por Daniel Morín), entre abril de 2002 y mayo de 2003, Bendini depositó recursos extrapresupuestarios en una cuenta abierta sin el permiso del Tesoro nacional. El dinero provenía de la elaboración de productos de panadería y la comercialización de repuestos para maquinarias.
Regalos y perfumes
La denuncia, a la que la OA no dio ninguna difusión, se fundó en un informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), que había marcado numerosas irregularidades en el destino dado a los fondos depositados en la cuenta paralela.
Una de ellas son las compras efectuadas en la casa de regalos Flox, donde se adquirieron artículos de iluminación; vajilla y adornos. También se señalaron como anómalas las compras efectuadas en el comercio Rincón Gaucho, en la perfumería Moderna SCS y en la joyería Luresmon.
Otra de las irregularidades encontradas por la Sigen son cuatro transferencias bancarias, por un total de $ 22.815, sin la orden de pago requerida. Dos de esas transferencias tuvieron por destino una cuenta de Pérez, la mujer de Espósito, quien figuraba como dueña de un taller de arte y diseño.
La denuncia de la OA apuntó también contra las “graves deficiencias” de la documentación de respaldo de los gastos solventados con esa cuenta. Gran parte de esas erogaciones sólo tenía como apoyo recibos del Comando de la Brigada, “no prenumerados, no estandarizados y sin formalidades fiscales”.
Lo más grave de esa acusación es que algunas de las boletas que se usaron para justificar gastos de septiembre de 2003 tiene fecha de impresión de abril de 2004, cuando Bendini ya estaba al frente del Ejército.
El nuevo peritaje, elaborado por la Unidad Especial Delitos Económicos de la Gendarmería Nacional, confirma las deficiencias de la documentación respaldatoria de los gastos realizados por medio de esa cuenta. En el informe se detalla que no había emergencia que habilitara a abrir la cuenta sin el permiso debido.
Pruebas
Para Garrido, las pruebas contra Bendini son abundantes.
En un escrito que dirigió al juez el 17 del mes actual, sostuvo: “En función de los diversos elementos colectados que dan cuenta de innumerables desprolijidades, inconsistencias y adulteraciones que habrían sido cometidas con el fin de enmarañar la documental examinada a fin de encubrir las maniobras concretadas ilegítimamente, es que esta fiscalía considera que existe motivo bastante para sospechar que las personas convocadas a prestar declaración indagatoria han cometido el delito que se les imputa”.
Además de esta investigación, el jefe del Ejército enfrenta otra causa judicial en la que se investiga si se cometieron irregularidades en el manejo de unos cheques ingresados en la cuenta oficial de la Brigada Mecanizada XI del Ejército.
El expediente fue abierto en 2004, tiene el número 68137/04 y también está a cargo del juez federal de Río Gallegos, Gerardo Caamaño.
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