Infecciones de transmisión sexual, en aumento
MADRID (Diario El País ).- ¿Qué es el herpes de tipo 1? ¿Cómo se transmite la sífilis? ¿Cuáles son los síntomas de la infección por el virus del papiloma humano? La mayor parte de la gente es incapaz de responder a estas preguntas a pesar de que cada año se diagnostican 250 millones de infecciones de transmisión sexual en el mundo, cerca de 500 casos por minuto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En España, un informe del Instituto Nacional de Estadística señala que el 5,4% de la población sexualmente activa sufre alguna enfermedad de este tipo, un porcentaje que se ha incrementado desde la década de los noventa, como apunta la doctora Lola Bou, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha acaparado la atención de la sociedad. Para Luis Enrique Sánchez, médico y miembro de la junta directiva de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE), esto ha provocado una bajada de guardia en el resto de enfermedades víricas.
"Casi toda la información en prevención se centra en el sida por sus consecuencias mortales, pero se ha olvidado otras enfermedades de transmisión sexual [ETS] que provocan enfermedades", explica Sánchez. "La situación en España todavía no es grave, pero percibimos que los jóvenes están más preocupados por el embarazo no deseado que por las ETS", continúa.
El doctor Fernando Vázquez, experto en microbiología y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, explica que este incremento afecta sobre todo a dos grupos de población: "Lo vemos en ciudadanos con menos acceso a la información y en homosexuales, aunque cada vez más en los menores, que se inician antes en el acto sexual".
Algunas ETS antes controladas, como la sífilis, muestran un repunte junto a la clamidia, la gonorrea, el herpes genital y el virus del papiloma humano, según los estudios del Centro Nacional de Epidemiología y la Academia Española de Dermatología y Venereología.
La clamidia
Es una infección causada por una bacteria que se transmite durante las relaciones sexuales vaginales, orales o anales, y también de madre a hijo durante el parto. Se la conoce como la enfermedad silenciosa porque en la mayoría de los casos no presenta síntomas, característica que en numerosas ocasiones provoca la propagación de la infección al útero de la mujer o a las trompas de Falopio.
Si esto ocurre, la mujer puede padecer la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), cuyas peores consecuencias son el dolor pélvico crónico y la infertilidad. Los expertos de los centros para el control y la prevención de enfermedades recomiendan que las mujeres sexualmente activas se realicen la prueba de detección una vez al año para evitar estos efectos.
En los hombres, las complicaciones son menos comunes. En los peores casos, la infección causa artritis acompañada de lesiones de la piel e inflamación de los ojos y la uretra. El tratamiento de la clamidia sólo precisa la ingesta de antibióticos, y su mejor prevención es el uso del preservativo.
La sífilis
Culpable de cientos de miles de muertes en el mundo, la sífilis es ahora fácilmente curable en sus primeros estadios gracias a la penicilina. Esta enfermedad es conocida como la gran imitadora porque sus síntomas no se distinguen de otras enfermedades como el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, la esclerosis múltiple o el lupus.
La sífilis nunca ha estado erradicada del todo, pero sí muy controlada. En los últimos años, los casos se han multiplicado en todo el mundo. Según un estudio del Centro Nacional de Epidemiología, en España se diagnosticaron 2.545 casos en 2008, 709 más que en 2007. Es decir, de un año a otro el número de casos aumentó casi un 28%. La sífilis se contrae a través del contacto directo con una úlcera que aparece normalmente en los genitales externos, la vagina, el ano o el recto.
El preservativo sólo puede ayudar a la prevención en el caso de que la zona afectada esté cubierta con el látex y no haya contacto directo. En la última fase, la sífilis afecta a órganos internos y puede causar daños graves e incluso la muerte. Los expertos calculan que una persona con sífilis tiene un riesgo de dos a cinco veces mayor de contraer el virus VIH.
La gonorrea
La bacteria de la gonorrea puede crecer y multiplicarse fácilmente en el aparato reproductivo de la mujer y el hombre, así como en la boca, la garganta, los ojos y el ano. Se transmite a través del contacto de los genitales, la boca o el ano, y, al igual que la clamidia, se puede pasar de madre a hijo durante el parto.
El Centro Nacional de Epidemiología contó 1.897 casos en 2008 en España. Sus síntomas son muy leves y se confunden con las infecciones urinarias. Si no se trata correctamente, puede causar infertilidad en las mujeres y una afección dolorosa en los conductos de los testículos en los hombres. El tratamiento se basa en antibióticos, pero en los últimos años se ha comprobado que están aumentando las cepas de gonorrea resistentes a la medicación.
Herpes
El virus del herpes simple tipo 1 o tipo 2 se puede transmitir por el contacto directo a través de las llagas que produce en la piel, pero una persona no infectada también puede contagiarse sin que la otra persona muestre ningún signo. La infección tipo 1 también se puede producir por contacto oral-genital.
Los infectados por el VHS-2 no suelen presentar llagas o sus síntomas se confunden con la picadura de un insecto. La infección puede ser grave en personas con sistemas inmunitarios deprimidos, además puede favorecer el contagio del VIH. No existe tratamiento para curarlo del todo, pero los antivirales pueden prevenir los brotes.
Papiloma
Existen más de 40 tipos de virus del papiloma humano genital o VPH que pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. En el 90% de los casos, el sistema inmunitario elimina de manera natural la infección. El VPH causa verrugas genitales y en numerosas ocasiones cáncer de cuello de útero.
De forma menos frecuente puede provocar cáncer de vagina, pene y ano. Este virus se transmite por contacto genital y puede aparecer años después de haber tenido contacto sexual con una persona infectada. La vacuna contra el VPH se ha generalizado en España en los últimos años para menores de 14 años.
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