ISMAEL SERRANO PRESENTA “LA TRAICIÓN DE WENDY” ESTA NOCHE EN ROSARIO
Pablo Picasso solía decir que le había llevado ochenta años reencontrar el trazo libre y gratuito de la mano de un niño. Y es, justamente, esa mirada nueva la que pretende hallar Ismael Serrano en La traición de Wendy, su último trabajo discográfico. El trovador madrileño, para quien la infancia “es ese lugar al que quieres volver eternamente”, presentará en la ciudad, a partir de esta noche, a las 21.30 en el Auditorio Fundación (Mitre 756), este último disco y recorrerá además sus mejores canciones.
El músico, que comenzó a transitar los escenarios a comienzos de la década del noventa y cuenta en su haber con cuatro álbumes –Atrapados en azul (1997), La memoria de los peces (1998), Los paraísos desiertos (2000) y, su flamante, La traición de Wendy (2002)–, retomará entonces, con este show acústico, la gira con la que ya recorrió gran parte del país. Por ese motivo, el autor de canciones como “México insurgente”, “Vértigo” y “Ana”, adelantó, en charla con El Ciudadano, el show de esta noche y sus proyectos, entre otros temas.
—¿Cómo será el show en Rosario?
—Será en un formato acústico: voy a ir acompañado de un guitarrista, Fredi Marugán, quien es además productor del disco. Aunque, principalmente el concierto será la presentación de La traición de Wendy, haremos además un repaso por toda mi discografía. Cantaremos canciones que, para mí, aún siguen teniendo vigencia de discos anteriores.
—¿Cómo está integrado “La traición de Wendy” y cuál es el concepto principal del álbum?
—La traición de Wendy hace referencia al paso del tiempo. A la necesidad de afrontar ese paso siendo fiel a los sueños y a la utopía. Cuando en la novela de Peter Pan, Wendy crece, se olvida de volar, renuncia a los sueños que la llevaron a Nuncajamás. Creo que crecer no debe conllevar esa renuncia. De eso hablo en este disco, de cómo preservar la utopía del paso del tiempo.
—¿En qué se diferencia este álbum de tus anteriores trabajos?
—En cada disco trato de imprimir todo lo aprendido. Tanto personal como musicalmente. Este disco trata de tener una mirada global que me lleva desde las dunas del Sahara hasta las calles de un Buenos Aires herido, desde el metro de mi ciudad a la ciudad de los muertos de El Cairo, desde los peores antros a las peores horas en la habitación de un hotel. Eso se traduce también en lo musical, en un mestizaje que pretende ser resultado de una permeabilidad constante y no de un artificio o una pose.
—¿Cuál es la principal traición de Wendy y por qué para vos la patria es la infancia?
—La infancia es ese lugar en el que te sientes seguro, a salvo de todo. Ese lugar al que quieres volver eternamente. El resto de la vida es un exilio, cargado de nostalgia por aquellos años verdes. Wendy se traiciona a sí misma y traiciona a Peter Pan creyendo que crecer supone convertirse en una mujer gris y aburrida, olvidándose de volar.
—¿Cómo surgió tu participación en la película de Marcos Loayza?
—La verdad es que fue algo casual. El director boliviano Marcos Loayza se puso en contacto conmigo vía Internet para hacer un pequeño papel en su película Corazón de Jesús. Casi me interpreto a mí mismo: un trovador que al modo del coro griego va intercalando canciones a lo largo de toda la película. Fueron tres días inolvidables en La Paz.
—¿Cómo te recibió el público en tu última gira por Argentina, teniendo en cuenta que otorgaste una serie de recitales benéficos por la crisis que atraviesa el país?
—La verdad es que fueron días intensos y emocionantes. Argentina es ahora una herida abierta. Un país susceptible a las emociones fuertes, con ganas de futuro. Para mí, estos conciertos, suponen el reconocimiento de una deuda que tengo con el país desde mis primeros viajes en el 97. Fue un amor a primera vista. Mi agradecimiento es infinito.
—¿Cómo ven los españoles la situación de Argentina y cuál es tu relación con los artistas que ahora viven en la península ibérica?
—Desde España se mira con atención lo que sucede en Argentina. Una de las cosas que más me abochornó al principio de la crisis fue la reacción del presidente de mi país, Aznar, quien priorizó los intereses de las empresas españolas en Argentina antes del bienestar de los argentinos. Fue una vergüenza para muchos españoles entre los que me incluyo.
—¿Estás preparando tu próximo álbum?
—Sí. Estamos pensando en grabar un disco en vivo. Será una recopilación pero tendrá temas nuevos. Después de cuatro discos, creo que es el momento de hacer un alto en el camino para hacer un repaso por todo lo andado.
—¿Cuáles son tus proyectos para 2003?
—Preparar este disco y una nueva gira, que espero empiece en el otoño europeo.
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