ITALIA SUFRIÓ EL MAYOR APAGÓN DE SU HISTORIA
Un gigantesco apagón, que afectó esta madrugada a toda Italia, salvo a la isla de Cerdeña, paralizó un centenar de trenes y subterráneos, en los que alrededor de 30.000 personas quedaron bloqueadas, mientras que una cantidad aún no precisada fue atrapada en el interior de ascensores.
La interrupción del suministro de energía eléctrica se produjo a las 3.20 locales (1.20 GMT), situación que recién durante la mañana se normalizó en el norte del país y parcialmente en Roma.
La capital italiana celebraba por primera vez ayer la “noche blanca”, con museos, restaurantes y comercios abiertos hasta el amanecer.
El Gestor de la Red, organismo encargado de administrar la electricidad, indicó en un primer momento que el apagón se debía a un desperfecto en el sistema de suministro de la energía procedente de Francia, que causó una reacción en cadena en todas las centrales italianas.
Sin embargo, la Red de transporte eléctrico francés (RTE) excluyó categóricamente que el gigantesco apagón sufrido por Italia hubiese tenido un origen galo, aunque admitió que hubo un breve corte del flujo en las líneas entre ambos países.
Según posteriores datos, dados a conocer por Andrea Bollino, presidente de la empresa italiana que administra la electricidad, “el problema habría nacido en Suiza”.
Por su parte, el jefe del Departamento de la Protección civil, Guido Bertolaso, indicó estaba “descartada cualquier hipótesis dolosa conectada con ese fenómeno”.
Desde el inicio del apagón, a altas horas de la madrugada, tanto el premier italiano, Silvio Berlusconi, como el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, y demás autoridades estuvieron constantemente informadas de la situación.
El subterráneo de las grandes ciudades y los ferrocarriles fueron los más afectados, ya que unas 30.000 personas quedaron bloqueadas en el centenar de trenes que circulaban por el país a la hora del apagón.
Numerosas personas quedaron atrapadas en los ascensores y necesitaron la intervención de los bomberos para salir de ellos, mientras los hospitales pudieron seguir funcionando gracias a generadores eléctricos propios.
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