Ivanka logra empleo y oficina en la Casa Blanca
La hija predilecta de Trump se consolida en el círculo del poder.
La meritocracia de la que tanta gala ha hecho Estados Unidos brilla por su ausencia en el entorno de Donald Trump. Ivanka, la hija mayor del presidente norteamericano, tendrá empleo como asistente de su padre en la Casa Blanca. Con este paso, la empresaria abandona su promesa inicial de quedarse fuera del juego del poder y, junto con su marido, Jared Kushner, se consolida como una de las facciones más influyentes de la corte imperial.
Ivanka nunca ha ocultado su ambición. En la campaña fue la sombra de su padre. Lo aconsejó, defendió y, según algunos allegados, atemperó. A diferencia de la discreción de su madrastra, Melania, la hija no ha dejado de figurar junto a su progenitor. Estuvo presente en la reunión con el líder japonés Shinzo Abe; posó en la mesa presidencial con el premier canadiense, Justin Trudeau, y se sentó al lado de la canciller alemana, Angela Merkel, en su visita oficial.
El primer proyecto para darle cabida se hizo público hace una semana cuando se anunció que Ivanka tendría una oficina en el Ala Oeste. La idea era darle despacho, pero no empleo. Numerosas voces criticaron la proximidad a los secretos de Estado de alguien que no tenía oficio ninguno en la Casa Blanca. Para soslayar este escollo, Trump ha diseñado la nueva jugada: convertirla en empleada federal, pero sin sueldo.
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