Jugar a saltar “la grieta”
“Santa Fe Juega”, lleva 11 años de vida y es parte de los Juegos Evita. 180.000 jóvenes participaron en nuestra provincia y 800.000 en el país. Una excepción a la grieta desde 2004.
En 1948, nacen los “Juegos Evita” con el patrocinio de la Fundación Eva Perón. En un primer momento se trató de campeonatos de fútbol infantil que luego se extendieron a otras disciplinas atléticas que permitieron la inclusión de género y la promoción de deportes poco conocidos; objetivo que no se detuvo en ninguna de las ediciones que se celebraron. Se incorporaron nuevas expresiones deportivas y también la participación de los adultos mayores y deportes adaptados.
Desde 2005 se incorporan juegos culturales en los que, además, participan adultos mayores de 60 años. Pintura, Fotografía, Narración, Historieta, Canto solista y Danza forman parte de la masiva participación que se da, en primera instancia, en las provincias participantes y confluyen cada octubre en una marea de pibes que llegan a la Ciudad de Mar del Plata.
En este 2018, se cumplió un nuevo récord de participación –tanto en el país como en nuestra provincia- lo que implica un mensaje claro de que, pese a la tontería generalizada disfrazada de cierta “ideología”, los juegos han primado ante una “grieta” que tan dañina ha resultado en otras áreas.
Salto en alto
No sólo el gobierno de Macri ha continuado con esta política, sino que, en Santa Fe, desde 2008 el gobierno de radicales y socialistas hizo un enorme aporte a los juegos, tomándolos como punta de una estrategia de salud, educación, cultura y deporte que se desarrolla durante todo el año y va encontrando a jóvenes de distintos puntos de nuestra bota, recreando la identidad santafesina. Los niveles participativos, consolidan regiones -primero- y las une con otras- después. Enorme falencia, si las hay, de una provincia tan vasta como asimétrica en su distribución poblacional
Más 180.000 jóvenes de 11 a 18 años, pertenecientes a más de 300 localidades, fueron protagonistas de “Santa Fe Juega 2018.
Según los propios postulados del programa: “…el objetivo es propiciar la convivencia, la participación y la apropiación del espacio público mediante actividades deportivas y artísticas. Existen propuestas que van desde la iniciación deportiva (encuentros de atletismo y handball orientados a sexto y séptimo grado), hasta el alto rendimiento (más de 40 deportes con instancias de participación departamental y nacional), pasando por jornadas recreativas (Juegos en Red y Entretiempos) y la iniciativa cultural”.
Golazo
En nuestra provincia y fuera de la agenda comunicacional mediática, “Santa Fe Juega”, es una revolución para la pibada que lo va incorporando como una meta, año a año, y permite provincializar un Juego que utiliza a la competencia como medio y no como fin.
Con la participación masiva se le da injerencia a la perspectiva escolar, comunitaria, federada y libre, en tanto la posibilidad de participar reconoce a las instituciones, no estatales, que realizan la labor más importante de propagar y mantener la infraestructura para que el deporte no deje de ser una alternativa para nuestros chicos.
El derrotero de los Evita
Los Juegos nacionales “Evita” nacen en 1948 y son eliminados por la Revolución Libertadora, hasta que vuelven a realizarse en 1973 y 1974 con el tercer gobierno de Perón. Incluso, ya durante el gobierno de Isabel acompañada por el “Brujo” Lopez Rega, se decide –nuevamente- suspender su realización.
En 2004 se vuelven a desarrollar y, pieza por pieza, se rearman. Intentan darle una impronta de época: en primer lugar necesitaban contar con información respecto de la práctica del deporte por parte de los jóvenes en todo el territorio nacional y sistematizarla.
Provincias de distintos signos políticos se unen al programa desde 2004. El dato relevante es que, con la llegada del gobierno de Macri y el discurso de la “pesada herencia”, los juegos se mantienen y no recae sobre la organización una sola sospecha o denuncia de corrupción.
La madurez atraviesa grietas y crisis, aunque debe reconocerse que los “Juegos Evita” como institución de promoción de la práctica masiva del deporte, al que se han sumado juegos culturales, se mantiene como un compartimento estanco y, quizás por eso, ajena a los vicios de la hiper competencia. La salvan los pibes, pero también una organización que tiene a los profes de educación física de todo el país involucrados, sosteniendo y transmitiendo la energía de tantos jóvenes a los que, al menos, se les muestra una vía, una válvula de escape a un discurso que sostiene al EGO como único motor de la sociedad.
Historia
Los Juegos Evita fueron concebidos como un gran programa de salud, una herramienta para la inclusión.
Desde la Fundación Eva Perón, impulsados por un médico visionario, Ramón Carrillo, lograron que miles de niños pudieran participar de actividades organizadas bajo el paraguas de una concepción solidaria del deporte. Dando respuesta a necesidades concretas, el fenómeno superó su matriz deportiva y se incrustó en el sentimiento de millones de argentinos.
Fue con la vuelta de los juegos, en 1973, que Diego Maradona daría, allí, su primera vuelta olímpica a nivel nacional.
Entre Ríos
“Cebollita subcampeón”
“Con Los Cebollitas perdimos la final del Campeonato Nacional, en Río Tercero, Córdoba. Nos ganó un equipo de Pinto, Santiago del Estero, dirigido por un señor llamado Elías Ganem. Su hijo, César, me vio tan amargado, que se me acercó y me dijo: ‘No llorés, hermano, si vos vas a ser el mejor jugador del mundo…’. Todos creen que me regaló su medalla de campeón, pero nada que ver: se la quedó él y bien ganada que la tenía”, supo narrar Maradona en su libro Yo soy el Diego de la gente.
Cuando Maradona visitó Río Tercero, en agosto de 2014, recordó: “Cuando me dijeron que mis vacaciones pasaban por Río Tercero, con mis 53 años, volví a tener 11, como cuando llegué a jugar a Embalse. En el primer año perdimos la final contra Santiago del Estero, pero al otro año volvimos y salimos campeones de los juegos Evita”.
Seguramente, Maradona -cómo jugador- no llegó a ser el mejor de la historia el fútbol por haber participado en los juegos Evita, pero tampoco se puede determinar cuánto pudo haber abierto su sentimiento y confianza, el viajar fuera de Fiorito y soñar en aquel mar de pibes a los que el Estado les daba la posibilidad de medirse con chicos de otras clases sociales y territorios y sentir lo que los igualaba cuando, simplemente, jugaban.
En el documental, realizado por Kusturica, Diego se mira al espejo y se dice “qué jugador hubiera sido si no me hubiese drogado”. Algo parecido podríamos decir de los “Juegos Evita” de haberse mantenido en el tiempo, sin interrupciones, “lo que sería del deporte argentino si la política hubiese conservado esta experiencia masiva de promoción del deporte”.
Juegos Evita en números
- 20 mil jóvenes deportistas participarán de las finales en Mar del Plata.
- 800 mil niñas, niños y jóvenes de todo el país compitieron en las etapas clasificatorias (a nivel local, municipal, regional y provincial).
- 5 días de competencia tendrán las finales en Mar del Plata.
- Entre 10 y 18 años son las edades de los competidores.
- 32 disciplinas convencionales (acuatlón, ajedrez, atletismo, badminton, básquetbol 3×3, básquetbol 5×5, boxeo, canotaje, cesto ball, ciclismo, esgrima, fútbol, gimnasia artística, gimnasia rítmica, handball, hockey sobre césped, judo, nado sincronizado, natación, karate, levantamiento de pesas, lucha, lucha grecoromana, optimist, pelota paleta, rugby, taekwondo, tenis de mesa, tiro deportivo, vóleibol, vóleibol de playa y patín artístico).
- 7 disciplinas adaptadas (atletismo, básquetbol, bocha, fútbol pc, goalball, natación y tenis de mesa).
- 41 sedes.
- 60 escenarios deportivos.
- 300 torneos en forma simultánea.
- 8100 medallas de primer, segundo y tercer puesto.
- 20 mil medallas de participación.
- 672 personas trabajando en logística, competencia (responsables de cancha, jueces y coordinadores deportivos, enlaces federativos) y organización general.
- 26 guardavidas.
- 115 médicos y 36 enfermeros.
- 16 ambulancias de uso exclusivo.
- 1 operativo de salud propio (desde el llamado por la emergencia médica hasta la derivación del radio operadores y el traslado en ambulancia es del evento).
- 100 mil botellas de agua.
- 3360 viandas.
- 70 notebooks y 30 impresoras para uso de la organización.
- 275 teléfonos interflota de comunicación interna.
Los Juegos Evita avanzan en firme carrera, saltando las vallas y sorteando las divisiones políticas. Para los que quieran ver los resultados, en la competencia, ahí los ven y se certificaron en los juegos de la juventud y la participación de la Argentina en disciplinas en las que no se tenía representación.
Para los que buscan ganar, pero por goleada, ahí está el marcador. En la sonrisa enorme de miles de pibes que desplazan la mirada de la pantalla por un rato u olvidan las carencias cotidianas y se dan un abrazo físico, palpable y para nada virtual con otro, ese otro que no es un enemigo sino imprescindible para que el juego exista.
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