Kuwait podría financiar obras de saneamiento en la provincia
El gobernador Hermes Binner y una parte de los miembros de la delegación santafesina, fueron recibidos esta mañana por el emir Sabah IV Al Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, encuentro en que el monarca kuwaití, mechó los temas de interés común con otros de actualidad mundial: dijo que admira a Lionel Messi y que ve los partidos del Barcelona.
La visita al palacio Bayan fue la frutilla del postre kuwaití por dos puntos: antes tuvo lugar una audiencia extensa con los directores del Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe, organismo que se comprometió a estudiar la financiación de obras de saneamiento estimadas en 1.500 millones de dólares y porque el trato que recibe el gobernador se asimila al de un jefe de Estado (nacional). A las atenciones descriptas, se sumó una invitación al Palacio Real para la recepción del presidente de Liberia.
Asimismo, en esta jornada, los santafesinos tomaron contacto con miembros del Instituto de Investigación de Kuwait, con parlamentarios y los titulares de los ministerios de Economía e Industria y Comercio.
El país visitado
Para la delegación santafesina, que llegó hace dos días a Kuwait, ya era un rostro conocido. El retrato del emir Sabah IV Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah se encuentra en casi todos los ambientes públicos.
La sonrisa del emir está en los edificios públicos, en el lugar más importante del lobby de los hoteles, en el aeropuerto y en los lujosos centros comerciales de dimensiones inhumanas. También en los mercados populares de pescado, la actividad de la que vivían los kuwaitíes hasta el descubrimiento del petróleo en los años 30, y en los incontables locales que venden desde las baratijas que encuentran los santafesinos en calle San Jerónimo hasta las delicadas prendas de vestir tradicionales -tan caras como un traje Dior-, como la dishdasha: la tradicional túnica blanca, que convierte a los hombre morenos en gigantes sin piernas.
Son menos las mujeres que ocultan su figura con las túnicas negras (tan vistas en la filmografía iraní de Cineclub) que las que visten de manera occidental, casi europea.
En realidad, predominan los atuendos hindúes, tailandeses, iraníes, iraquíes y egipcios, ya que dos terceras partes de la población estable de Kuwait es extranjera. Sus hijos, aunque hayan nacido en el país, tampoco serán kuwaitíes. Hay periodistas santafesinos que coincidieron en preguntar cómo se hace para ser kuwaití: ¡no hay manera!, la única forma de pertenecer al tercio que disfruta de los beneficios fastuosos del petróleo y goza de derechos políticos (acotados a elecciones parlamentarias que desde 2009 incluyen a mujeres) es ser hijo de un kuwaití varón. Los hijos de las kuwaitíes casadas con extranjeros, no logran la nacionalidad.
El año pasado, una novedosa ley laboral comenzó a otorgar algunas regulaciones mínimas como la de otorgar algunos días de descanso anuales a los empleados. Rige otra norma que obliga a los empleadores a retener el pasaporte de los extranjeros mientras estén a su servicio. Y de Kuwait no hay otra forma de salir que en avión…
En la ciudad donde no hay motociclistas, donde las bicicletas no existen porque el calor las convierte en una carga insoportable (hoy la temperatura fue de ¡53 grados centígrados!) la calle es sólo de los autos.
Las dimensiones de la capital tienen al diseño automotriz (y al aire acondicionado) como sus bases. No hay ninguna vía de doble mano, y todas las arterias -todas- poseen cuanto menos tres carriles.
Desde que Binner bajó del avión en Kuwait, por cortesía del emir, 6 guardias de seguridad siguen al gobernador y su comitiva a todas sus salidas de interés político, institucional, cultural, o recreativas. Lo bueno es que han sido enviados con sendas limusinas, algunas Mercedes, otras Bentley o BMW.
Audiencia
Para los santafesinos, la audiencia concedida por el Emir Sabah IV Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah fue toda una sorpresa. Antes de llegar a Medio Oriente tenían en la agenda acordada sólo como probable la visita al número dos del reino, el primer ministro, Jeque Nasser Almohammed Alsabah.
Su majestad reina desde el 29 de enero de 2006, es el cuarto hijo del emir Sheik Ahmad Al-Jaber Al Sabah y ocupó diversos cargos públicos antes de acceder al trono.
Junto al ministro de Economía, Angel Sciara; el de la Producción, Juan José Bertero, y el senador justicialista Ricardo Spinozzi, el gobernador Hermes Binner mantuvo un importante encuentro con los directores del Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe, quienes mostraron interés en estudiar una eventual financiación del programa de acueductos por 1.500 millones de dólares.
La embajada argentina en Kuwait funciona en lo que para los argentinos sería una muy bella casona antigua y aquí es -para los kuwaitíes puros- una vivienda casi modesta.
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