LA ESPOSA DEL VIOLADOR SERIAL LE PIDIÓ "PERDÓN" A LAS VÍCTIMAS
Agobiada por la situación, la viuda de Marcelo Sajen –el presunto violador serial cordobés que murió esta mañana- no pudo más. Esta tarde, visiblemente afectada por lo ocurrido en los últimos días, rompió el silencio y le pidió “perdón” a las víctimas de su marido y a toda la sociedad.
“A toda la sociedad, mis perdones en mi nombre y en el de mis hijos”, dijo Zulma en declaraciones al Canal 12 de Córdoba. Y agregó: “Las familias de todas esas chicas (las presuntas víctimas de su marido) tienen mis disculpas.
Al mismo tiempo que pidió disculpas, la mujer le reclamó a los medios periodísticos que no la “molesten” y que “respeten” la difícil situación que atraviesa su familia.
“Quiero decirles que me respeten, tengo todo mi dolor, soy una buena persona”, señaló Zulma. “Quiero que me dejen darle (a su esposo) un velatorio normal”, solicitó.
La viuda remarcó que es “una persona normal” y “no lo que andan diciendo” en los medios, en referencia a las versiones periodísticas que sostenían que estaba enterada de los delitos cometidos por su marido. “Yo colaboré con la Policía -dijo- y no oculté, ni oculto nada”.
Durante 22 años, Zulma estuvo casada con Marcelo Sajen, con quien tuvo seis hijos. Para la Justicia, su esposo es el hombre que violó a 61 mujeres en Córdoba, y fue uno de los delincuentes más buscados de los últimos tiempos en la provincia.
“(Sajen) Fue mi primer amor, por favor, déjenme en paz. A la sociedad, mis perdones en mi nombre y el de mis hijos”, reiteró dolorida la mujer.
Según trascendió hoy, la viuda estaba convencida de la inocencia de Sajen. Tan confiada estaba que diez días atrás se presentó ante la Justicia con uno de sus hijos. Estaba dispuesta a probar que Sajen no era el violador serial.
Por ello fue a Tribunales acompañada de su abogado, Marcelo Juncos, y pidió hablar con el fiscal Juan Manuel Ugarte. Ella misma le solicitó al funcionario que le hiciera una extracción de sangre a su hijo para que determinara el patrón genético de su esposo.
Con la sangre extraída a su hijo y cabellos de un peine que había usado Sajen se obtuvo el patrón genético. Y los resultados la sorprendieron: los análisis de ADN confirmaron que el patrón genético de Sajen coincidía con las muestras de semen extraídos a la víctimas.
Esto le dio la certeza a Ugarte y a los otros dos fiscales que estaban a cargo de la investigación, Pedro Caballero y Maximiliano Hairabedián, que finalmente habían dado con el violador serial.
Sajen murió esta mañana a las 8.07 en el hospital municipal, tras agonizar dos días. Se había pegado un tiro en la cabeza cuando la Policía lo localizó y estaba a punto de detenerlo.
El hombre fue internado en el hospital el martes a las 20.30 con muerte cerebral. Esta mañana finalmente sufrió un paro cardíaco que le causó la muerte, informaron los médicos.
El martes a las 20.15 se disparó con una pistola 11.25 en la cabeza, luego de pedirle a dos policías que dejaran libre a su hermano porque no tenía nada que ver con sus delitos. Según el comisario Jorge Tobares, dijo: “Yo ya estoy jugado”.
Llegó hasta allí, en el barrio Santa Isabel, en una Renault Kangoo gris. Fuentes de la investigación dijeron que la manejaba un amigo, que fue quien le prestó ropa para cambiarse las bermudas verdes y las sandalias que llevaba puestas desde la mañana. En el barrio, afirman que ese mismo hombre lo entregó a la Policía.
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