La Estación Espacial Internacional cumple veinte años
El 20 de noviembre de 1998, el módulo ruso Zaryá era el primero en ser lanzado al exterior de nuestro planeta para poner la primera piedra de la Estación Espacial Internacional (EEI). Comenzaba un proyecto que iba a resultar uno de los grandes éxitos de la cooperación internacional.
En 2008 se colocaban los últimos componentes de la EEI, situada a 400 kilómetros de la Tierra y que orbita alrededor de ella a 26.000 kilómetros por hora. Entre los últimos dispositivos de aquel año, un laboratorio nipón con un coste aproximado de 900 millones de euros y cuyo nombre es Kibo, que en japonés significa ‘esperanza’. La superficie de la Estación es de 100 metros de largo por 80 de ancho y tiene un peso aproximado de 400 toneladas.
Además de ser la estadounidense que más tiempo ha estado en órbita, Peggy Whitson se convirtió en la primera mujer en comandar la EEI. Lo hizo en dos ocasiones. Otra de las curiosidades es que la ciudad de Baikonur, en Kazajistán, es el único lugar desde donde los astronautas pueden ser lanzados a la Estación Espacial Internacional. Las principales entidades involucradas son la Agencia Espacial Europea (ESA), la estadounidense NASA, la rusa Roscosmos, la japonesa JAXA y la canadiense CSA .
Actualmente se encuentra allí la misión numero 58, formada por el alemán Alexander Gerst, la estadounidense Serena Auñón-Chancellor y el ruso Sergey Prokopyev. El próximo 3 de diciembre está previsto que despeguen sus sustitutos.
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