La nueva vida de Gastón Pauls: lejos de los conflictos y cerca de sus hijos
El actor participó del MAFICI, el festival de Cine de Puerto Madryn y volvió a dar una entrevista después de varios años de silencio en los medios. Habla de la oscuridad del pasado y la luz del presente.
La decisión de romper el silencio de casi tres años de Gastón Pauls (45) con los medios merece un contexto como el que se dio en Puerto Madryn: paz, belleza natural, paisajes imponentes, un festival de cine (MAFICI) como excusa del encuentro y sus hijos, Muna y Nilo, corriendo y riendo a su alrededor. ¡Se los ve felices a los tres!
Hace un tiempo, el actor tomó la postura de bajar su perfil y priorizar su rol de padre. Se alejó de la exposición pública y sobre todo, de los conflictos en los que se vio involucrado con su productora Rosstoc. No le gustó quedar pegado en el rol de un empresario que quiebra su empresa y le debe dinero a sus colegas. Por eso, se hizo cargo de pagar con su patrimonio personal a cada uno de los actores y proveedores que tenían facturas por cobrar. ¡Y a otra cosa!
Gastón fue a Puerto Madryn con la “excusa perfecta” de presentar la película “El sereno”, una coproducción entre Argentina y Uruguay que cuenta la historia de Fernando, un personaje que vive envuelto en conflictos del pasado. “Esta película tiene mucho que ver con lo que me tocó atravesar en un momento de mi vida. Como el personaje, pasé de la oscuridad a la luz”, explicó Pauls ante un auditorio repleto que admiraba su valentía por reconocer y superar su adicción a las drogas, y los aplausos incondicionales de su hija, quien siente que recuperó un padre.
Pero también viajó a reencontrarse consigo mismo y a disfrutar cada minuto con sus chicos. Durante los cinco días que duró su estadía en la ciudad, fueron a ver ballenas, pingüinos y lobos marinos. Hicieron todas las excursiones que pudieron. Bajaron a la playa, jugaron y charlaron mucho. Básicamente, compartieron. Fue en ese marco donde Gastón, muy predispuesto, dedico un buen rato a Clarín para transformar una entrevista casi en una tertulia.
Cambio de vida
-¿Por qué te alejaste de los medios?
-Hace casi tres años que no doy notas. No tiene que ver con nada específico, pero quise alejarme sobre todo de la tele. Vengo de ese palo, la respeto y me gusta cuando está bien hecha. Pero elegí otra vida en este tiempo. Mucho más en contacto con mis hijos. Y estoy feliz con eso y por eso.
-¿En qué ocupás tu tiempo?
-Elegí tomarme un tiempo sabático para acercarme más a mis hijos. pero además estoy escribiendo algunos guiones y trabajando en algunos proyectos como por ejemplo Miedos de comunicación, que es un documental sobre los medios. Lo empecé a preparar hace cuatro años y tiene que ver cómo a veces cambiando una letra de lugar, cambia el sentido de la historia. Medios pasa a ser Miedos y es lo que ocurre muchas veces en una entrevista, donde aparecen miedos del entrevistador cuando tiene que hacer un reportaje y del que es entrevistado también.
-¿Los medios de comunicación le tenemos que tener miedo a este documental?
-Vamos a mostrar cómo a veces una noticia se cuenta mal y se viraliza así. Por ejemplo, una vez hice un programa de TV que se llamó Otra verdad, que eran falsas entrevistas improvisadas con actores, que interpretaban problemáticas sociales reales. Al final se aclaraba que no era real, que no pertenecía a su biografía sino que se trataba de una ficción. Florencia Raggi no era alcohólica, sino que se ponía en el personaje de una alcohólica recuperada que daba su testimonio. Agustina Cherri no era adoptada ni Antonella Costa no había nacido varón y se había operado para cambiar el sexo. Sin embargo, algunos medios publicaron lo que vieron, sacado de contexto y sin dar cuenta que al final se aclaraba que todo estaba ficcionado.
-¿Por qué creés que pasan esas cosas?
-Siempre fue difícil la información. Pero ante el bombardeo que recibimos en todo momento a través de muchas vías, como las redes sociales, es complicado. A veces, por el apuro de una primicia alguien tira algo sin chequear, sólo por ganarle a la competencia o a la misma ansiedad de uno mismo, y publica algo que no es real. Y los demás lo replican.
Su relación con los medios
-¿Te pasó experimentar eso en carne propia?
-Sí, varias veces. Hace dos meses me pasó una situación muy puntual. Había estacionado en la calle, abrí la puerta de mi vehículo y justo en ese momento pasaba un chico llamado Darío, que venía en su moto y se cayó. Me bajé para asistirlo y no pasó nada grave. Al ratito se habían publicado en los medios tres noticias falsas: Una decía que había atropellado a un motociclista. Otra, que habría atropellado a un ciclista y la tercera, que habría trompeado a un transeúnte. Esto refleja la necesidad que hay por publicar rápido, más allá de la verdad.
-Otro ejemplo…
-Una vez leí una nota en un portal que hablaba de “la salud capilar de los famosos”. Me metí para ver si podía hacer algo para solucionar mi problema (se toca el pelo) y descubrí que yo ocupaba el segundo lugar en un recuadro en el que habían armado un ranking que se refería a los mejores implantes capilares. Durante unos segundos hasta llegué a dudar si me lo había hecho, porque no podía creer que estuviese publicado como una verdad, algo que nunca pasó.
-Te alejaste de la tele pero la gente te sigue recordando tu paso por “Montaña rusa” o “Todos contra Juan”. ¿Qué te genera eso?
-Me da mucho orgullo que la gente me lo reconozca. Evidentemente algo estuvo bien de lo que hice. Hace mucho que no laburo en tele pero la relación con el público sigue intacta.
Los conflictos económicos
– Después de lo que te pasó con la productora Rosstoc, ¿te animás a seguir armando tus propios proyectos?
– Es casi imposible para mí no seguir generando, porque lo necesito hacer. En “Todos contra Juan” yo lo co-escribía, lo co-dirigía, me metía en la musicalización, en la producción, lo actuaba y hoy no tengo ni el 0,1% de los derechos. ¡Vaya a saber dónde están! Pero fijate que me alegro que así sea, porque eso habla a las claras de dónde estaba parado ante todo. Ante eso creo que uno tiene que seguir. Hubo años donde di clases para vivir y eso me enorgullece. Ahora terminé un guión que se llama “Este soy yo” que se está presentando en el Instituto del cine y que el año que viene espero poder filmarlo y co-dirigirlo con Sebastián de Caro, compañero mío en “Montaña rusa”, en “Todos contra Juan” y en un ciclo de entrevistas que se llamó “Dos solos” y que él dirigió.
– ¿Ya cerraste esa etapa del juicio de la productora?, ¿No te interesa ni recuperar esos derechos?
– Noooo! Vivo feliz así. Yo vivo acá y el que se fue a Miami que viva allá (sin nombrarlo, uno interpreta que se refiere a su ex socio y amigo Alejandro Suaya). Necesité seguir escribiendo y lo que hago acerca de los medios tiene que ver con eso. También lo de la película “Este soy yo”, que habla de la desnudez en todo sentido, tiene que ver de algún modo con eso.
-Qué significa en esta etapa de tu vida estar en el Festival Mafici, con este marco de la belleza natural y con tus colegas de cine que reconocen tu trabajo?
– Me da mucha felicidad. En estos años alejado de la tele estoy viviendo del cine. Ahora me voy a Chile a filmar El príncipe y después entre diciembre y febrero voy a filmar a los Estados Unidos sobre la vida de un predicador muy conocido y querido en el mundo y me da mucho orgullo hacerlo. Terminé de escribir cuatro guiones. En mayo me voy a España a trabajar. Pero lo más importante es que soy feliz disfrutando lo que me pasa, sobre todo en la conexión con mis hijos.
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