La oposición venezolana llama a la resistencia pacífica
Una marcha multitudinaria llegó a la Conferencia Episcopal para apoyar el diálogo que impulsa el Vaticano.
Por primera vez, la marea blanca llegó a destino. La “marcha del silencio” convocada por la oposición para homenajear a los 21 muertos en las últimas dos semanas como consecuencia de un combo de manifestaciones, represión y saqueos comenzó en varios puntos de Caracas y terminó donde estaba previsto: en la Conferencia Episcopal Venezolana. Desde allí, hicieron un fuerte llamado a la resistencia pacífica y a buscar el diálogo con el oficialismo, con la mediación de la Iglesia.
El diputado opositor Ángel Medina y las fuerzas policiales acordaron la liberación de una ruta para que el grupo de opositores reunidos principalmente en el este de la capital venezolana llegara a la sede religiosa ubicada en Montalbán, en el oeste caraqueño, bastión chavista.
“¡Gran día! Pasamos el muro de Berlín que dividía el este del oeste”, tuiteó después de la movilización Freddy Guevara, vicepresidente primero de la Asamblea Nacional.
La marcha, la más tranquila de esta semana aunque con algunos focos de violencia por fuera del trayecto acordado con las fuerzas de seguridad, dio un impulso a la oposición después de una semana en el que la represión intentó disminuir su poder de convocatoria.
El llamado a la resistencia fue la constante de la movilización, encabezada por una cruz de madera envuelta en una bandera de Venezuela, que terminó frente a la sede episcopal con los discursos del párroco de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Raúl Herrera; el ex candidato presidencial Henrique Capriles; la mujer del preso político Leopoldo López, Lilian Tintori, y Guevara.
“Queremos una solución, por eso estamos en las calles, por eso vamos a seguir. Ésta no es la hora de desistir, esta es la hora de persistir”, dijo Capriles, que fue inhabilitado este mes para ejercer cargos públicos por el gobierno de Nicolás Maduro.
Guevara, por su parte, conmemoró “a los caídos” -las víctimas de la violencia en las últimas semanas- y pidió continuar con las protestas en su honor. “El mensaje es que si ellos murieron por esta causa, no nos vamos a cansar. ¿Se van a cansar?”, arengó, y los presentes -todos con remera blanca que ya se convirtió en símbolo- respondieron con un “no” al unísono.
Tintori siguió en la misma línea. “Esto se va a terminar, falta poco, pero tenemos que resistir y resistir en paz. Estamos en la Conferencia Episcopal porque estamos para decirle a la Iglesia, al papa Francisco que necesitamos una salida pacífica a la crisis”, expresó, en un mensaje destinado al Vaticano.
Entre los manifestantes se sentía el mismo espíritu. “Si se termina la lucha, se termina todo”, afirmó a La Nación Rubén García, de 39 años, junto a su pareja, Heidi.
“Creo que todavía se tiene que resistir. Creo que se necesita la calle en este tipo de regímenes donde no tienes una salida jurídica ni electoral. Es la única manera”, expresó por su parte Claudia Smolansky, de 23 años, que salió a manifestar, como suele hacer, con un grupo de compañeros de la universidad.
Entre los manifestantes que se acercaban en moto o en una procesión a pie por los costados de las autopistas hacia la sede episcopal se pudieron ver elementos llamativos: dentífricos, vinagres y mezclas de bicarbonato de sodio con agua. Son los antídotos que descubrieron para hacer frente a los principales efectos de los gases lacrimógenos, protagonista de la represión de esta semana, para aquellos que no pueden acceder a una máscara antigas.
Por la tarde, mientras avanzaba la desconcentración de la masiva “marcha del silencio”, Maduro subió dos particulares videos a su cuenta de Twitter. En ellos se mostró jugando al béisbol junto al diputado y jefe del ala militar Diosdado Cabello y el presentador Winston Vallenilla, y, mirando a la cámara, rechazó “un ataque brutal del fascismo y la intolerancia” y llamó a la “revolución del corazón” ante de atrapar una pelota llovida y gritarle “venciendo” a la cámara.
La agenda de protestas -que sigue los objetivos de llamar a elecciones libres, el final de la represión, la liberación de los políticos presos y la apertura de un camino humanitario ante el desabastecimiento- continuará mañana, con la convocatoria a un “gran plantón nacional”, un llamado a bloquear los principales accesos al país.
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