Patrimonio cultural en movimiento
Las aspas del Moulin Rouge volvieron a girar tras más de un año detenidas

Luego de 14 meses sin movimiento, el icónico cabaret parisino reactivó sus aspas con un motor hecho a medida.
Pasaron 14 meses desde aquella madrugada del 25 de abril de 2024 en la que las aspas del Moulin Rouge cayeron al suelo, dejando a uno de los íconos culturales más reconocibles de París sin su símbolo. Esta semana, finalmente, volvieron a girar. Fue con emoción, orgullo y un mensaje claro: el alma del cabaret más famoso del mundo sigue intacta.
El regreso fue celebrado a lo grande, con plumas rojas, lentejuelas y emoción colectiva. Cientos de parisinos y turistas se congregaron frente al histórico edificio del distrito 18, al pie de la colina de Montmartre, para asistir a la puesta en marcha de las nuevas aspas, ahora iluminadas con tecnología LED y propulsadas por un motor eléctrico totalmente nuevo, diseñado especialmente para el edificio inaugurado en 1889.
Un símbolo reparado para estar a tiempo de los Juegos Olímpicos
“El Moulin sin sus aspas era simplemente triste…”, confesó Jean-Victor Clérico, director general del cabaret, en declaraciones a AFP. La intención de la dirección fue clara: reinstalar el símbolo a tiempo para el paso de la llama olímpica, que recorrerá París en los días previos al inicio de los Juegos Olímpicos.
Aunque el nuevo juego de aspas fue colocado el 5 de julio de 2024, todavía no estaban listas para girar. Fue necesario fabricar un motor especial que garantizara la seguridad y el movimiento continuo. Finalmente, este mes se logró poner en funcionamiento el sistema y el Moulin Rouge volvió a ser completo.
Una historia de tradición, arte y resiliencia
Las aspas originales comenzaron a girar el 6 de octubre de 1889, día de la inauguración del cabaret. Desde entonces, se convirtieron en emblema de la bohemia parisina, inmortalizadas por Henri de Toulouse-Lautrec, por la frenética danza del French Cancan y, más recientemente, por el cine, en la película Moulin Rouge! de Baz Luhrmann, protagonizada por Nicole Kidman.
Cuando colapsaron en 2024, no hubo heridos, pero sí un impacto emocional profundo. En la caída también se desprendieron las tres primeras letras del nombre del lugar. A pesar del incidente, el cabaret nunca interrumpió sus funciones: siguió ofreciendo espectáculos cada noche, con sus 90 artistas de 18 nacionalidades y sus dos funciones diarias frente a 1.700 espectadores, la mitad de ellos turistas internacionales.
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Tradición y futuro
La reapertura de las aspas fue acompañada por una presentación especial del elenco, con sus icónicas plumas rojas. “Toda la compañía está muy contenta de reencontrar nuestras aspas, que son las aspas de París”, expresó Cyrielle, una de las 60 bailarinas, citada por la agencia Associated Press.
El Moulin Rouge, que pertenece a la misma familia desde hace cuatro generaciones, también apuesta al futuro. En 2023 inauguró en su interior una “ciudad de los oficios de arte”, un espacio que reúne los últimos talleres franceses de plumaje y bordado, clasificados por el Ministerio de Cultura como empresas de Patrimonio Vivo.
De nuevo en movimiento
Desde ahora, las aspas giran todos los días de 16:00 a 02:00, iluminadas por bombillas rojas y doradas de bajo consumo. Lo hacen como un gesto simbólico pero potente: el Moulin Rouge no es solo un lugar, es un espíritu que gira con París, con la historia, con el arte.