Las siete reglas esenciales para tener una barba perfecta
Dejó de ser el look hipster por excelencia: lo lucen los futbolistas, los actores y cada vez gana más protagonismo en la moda urbana. Un especialista brindó las claves para mantenerla frondosa y saludable.
La navaja forma parte del ritual de cuidado masculino desde tiempos inmemoriales, aunque con la vorágine diaria le hizo perder su lugar. Hace algunos años, la moda se rebeló contra la modernidad dándole nuevamente la bienvenida al espíritu del afeitado clásico.
La barba dejó de ser un look exclusivo de los hipsters, invadiendo la moda urbana. En este contexto, el estilista internacional Javier Luna apostó a la creación de su barbería inspirada en los elegantes espacios a los que iban nuestros abuelos.
Aunque esta estética está más que instalada, en el 2018 lucirá diferente. Las barbas serán “más cortas y al natural”, anticipó Luna. Inspirado en la impronta de los hombres europeos, se adapta la forma al corte de pelo. De esta manera, compartió con Infobae las siete reglas para lucir una barba perfecta:
–Hacer un buen diagnóstico con un especialista: “Cada barba es única, hay miles de variantes”, resaltó Luna. El cabello de la barba es diferente al de la cabeza, o sea el cuero cabelludo tiene un ph distinto al del rostro por lo cual varía su tratamiento y sus cuidados.
–Respetar los parámetros del rostro: es fundamental seguir las facciones naturales para lograr el equilibrio visual a través del volumen y la forma. Si es ovalada, cualquiera de las variantes se adapta. En cambio si es redonda o cuadrada, se aconseja acortar los lados y dejar más vello en la zona del mentón. Para rostros triangulares, priorizar los laterales con extra volumen.
-Loción post afeitada: para evitar que se irrite la piel, se puede distribuye en la zona recién recortada.
-Limpieza diaria: es recomendable aplicar un champú específico para esta zona que debe diferenciarse del que se aplica en el cuero cabelludo. Su lavado puede ‘saltearse’ dependiendo de las características de éste.
–Secado posterior: evitar el exceso de humedad. Con la ayuda de una toalla quitar el agua de forma suave y delicada. El secador es un buen aliado pero es fundamental acompañarlo de un cepillado.
-Hidratación: es bueno aplicarse aceites esenciales o fluidos especiales después del lavado con aromas, incluso la aplicación de mascarillas. De este modo, la barba permanecerá nutrida y la resequedad no la afectará.
-Cepillado: para mantener el control, hay que cepillar, sino ésta pincha y molesta. “Hay que estirarla para que no se genere un rulo y pique”, explicó el especialista. Dependiendo de la longitud deberá hacerse con distintos elementos.
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