LIVE 8 REUNIÓ A 1,5 MILLONES DE PERSONAS EN UN CONCIERTO PLANETARIO
Unas 1,5 millones de personas asistieron el sábado en todo el planeta a diez conciertos del Live8 con el fin de sensibilizar a la opinión pública sobre la miseria en Africa, un evento del que participaron algunas de las
mayores estrellas del pop y el rock.
Tokio dio inicio al acontecimiento planetario -promovido por el rockero irlandés Bob Geldof para presionar a los dirigentes del G8 antes de su cumbre en Gleaneagles, en Escocia, del 6 al 8 de julio- y los conciertos se sucedieron luego en Johannesburgo, Berlín, Roma, Londres, Moscú, Cornualles (suroeste de Gran Bretaña), Barrie (Canadá), Versalles (inmediaciones de París) y Filadelfia (este de Estados Unidos).
Aunque Londres era el punto neurálgico, ya que reunió a la mayor cantidad de estrellas, fue Filadelfia la que batió el récord de asistencia, con un millón de espectadores según los organizadores.
En la capital británica, más de 250.000 personas asistieron al espectáculo gratuito que se realizó en el Hyde Park, y que reunió a una multitud de estrellas: Pink Floyd, Sting, U2, Paul McCartney, Madonna, Coldplay, Elton John, The Who, REM, Robbie Williams, Annie Lennox -presentada por el actor Brad Pitt- y UB40, entre otros, además del senegalés Yussou NDour, uno de los escasos artistas africanos presente.
El ex Beatle Paul McCartney y Bono, el cantante de U2, inauguraron el espectáculo interpretando a dúo el clásico de los Beatles “Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band”.
“Esta es nuestra oportunidad de defender lo que es correcto. No pedimos caridad, pedimos justicia”, dijo Bono, quien recordó que 3.000 personas, en su mayoría niños, mueren cada día en Africa a causa de la malaria.
“Las estrellas no pueden cambiar nada, pero la audiencia puede”, agregó.
El legendario grupo de rock Pink Floyd dejó de lado sus querellas y volvió a reunirse para tocar, por primera vez desde hace 24 años: David Gilmour, Nick Mason, Roger Waters y Richard Wright, que ahora peinan canas, tocaron hacia el final del concierto éxitos suyos como “Money”.
El concierto contó con la inesperada participación del millonario estadounidense Bill Gates, fundador de Microsoft, y del secretario general de la ONU, Kofi Annan.
“En nombre de los pobres, los sin voz y los débiles, os doy las gracias”, declaró el secretario general de la ONU, nacido en Ghana, minutos después de la actuación de REM.
Una multitud récord se reunió en Filadelfia -entre 700.000 y 800.000 según la policía, o un millón según los organizadores- para escuchar a Bon Jovi y Stevie Wonder, así como a grandes raperos como Jay Z y Kanye West y los ganadores de varios Grammys Destinys Child y Alicia Keys.
El veterano Wonder concluyó las maratónicas siete horas de música.
“Los tiempos cambiaron desde el Live Aid de 1985”, dijo a la prensa. “Hubo un cambio de aquella dádiva a la gente a esta presión a los poderes mundiales para que hagan lo que tienen que hacer…lo que debieron haber hecho mucho antes”.
A la misma hora, varias decenas de miles de personas se reunieron en un parque de Barrie, a un centenar de kilómetros de Toronto, escuchando a Bryan Adams, Neil Young y Céline Dion, presente por satélite desde Las Vegas.
En Berlín, unas 150.000 personas, según la policía, acudieron al pie de la columna de la Victoria, en el centro histórico de la ciudad, para ver al británico Chris de Burgh y a los noruegos A-ha.
En Roma, varias decenas de miles de personas disfrutaron del concierto, básicamente de artistas italianos, pero también de la presencia de Duran Duran, en el inmenso escenario instalado en el Circo Massimo, terreno que era utilizado para las competencias de carrozas del Imperio Romano.
Fueron 10.000 los que acudieron a Tokio, donde estuvieron la islandesa Bjork, los británicos de McFly, los estadounidenses de Good Charlotte, y grupos de pop japonés como Dreams come True, Def Tech y Do as infinity.
El concierto francés de la serie, en Versalles, contó con el francés Yannick Noah, la colombiana Shakira y el grupo inglés The Cure, entre otras estrellas, que actuaron ante unas 100.000 personas.
Los grupos de rock rusos y el dúo británico Pet Shop Boys se asociaron a su vez en un concierto ante 20.000 personas cerca de la Plaza Roja de Moscú, en medio de un fuerte operativo de seguridad por temor a un atentado terrorista.
Johannesburgo, la capital financiera sudafricana, fue la única ciudad en ese continente que albergó uno de los conciertos. Y lo hizo con la presencia de 8.000 personas y la bendición del ex presidente Nelson Mandela.
Live8 fue organizado para presionar a los dirigentes políticos del Grupo de los Ocho países más industrializados (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) para que tomen medidas para luchar contra la pobreza, en particular en Africa.
Los artistas africanos también contribuyeron, con un concierto ante unos 4.200 espectadores en Cornuailles, en el sudoeste de Inglaterra.
Y otros dos conciertos imprevistos tuvieron lugar en Djibuti.
Según los productores de este espectáculo planetario, el 85% de
la población mundial -5.500 millones de personas en 140 países-
debían tener acceso a los shows, en la mayor difusión jamás prevista para un acontecimiento en directo.
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