Lo que esconde la mafia china rosarina
Detrás de los mensajes intimidatorios escritos en ideogramas en mandarín se esconde una de las caras de la mafia china en Rosario: la de los pedidos de “protección” a sus compatriotas para trabajar en supermercados o para eliminar competidores en la zona.
Sin embargo, eso explica sólo una parte de un submundo desconocido que entremezcla el ingreso ilegal al país de esclavos laborales, comercio sexual, juego clandestino, armas y hasta narcotráfico. Una delegación de funcionarios judiciales y pesquisas rosarinos viajó en junio pasado a China para intercambiar experiencias con los sistemas judiciales y policiales del gigante asiático.
Granadas, papeles con amenazas pegadas en los frentes de los supermercados, llamados intimidatorios. Así se mueve un sistema tan antiguo como inherente a una región de China que “exportó” sus códigos coactivos a fuerza del temor y el silencio. Fujián, frente a la isla de Taiwán, una zona pobre de China desde donde vienen el 80 % de la inmigración asiática que llega a Argentina.
Para hacer un breve racconto, en noviembre del año pasado comerciantes de un supermercado chino de San Martín al 1500 fueron detenidos con un verdadero arsenal de armas de fuego y una suma millonaria de pesos acumuladas en el interior de cajas de vino. Los sujetos fueron llevados a la Justicia como responsables de las intimidaciones a otro comercio de San Martín al 2100, donde se halló una granada.
En junio de este año, los propietarios de un local ubicado en Mendoza al 1800 denunciaron amenazas y extorsión de parte de una mafia que opera en la zona. El comerciante dijo que recibía llamadas telefónicas en las que le pedían 50 mil pesos por mes a cambio de “seguridad”. Fue el tercer caso de extorsión o amenaza a un comerciante chino que se registra en Rosario en menos de una semana. El martes pasado ocurrió lo mismo con un súper de Granadero Baigorria.
Rosario y su zona cuenta con más de 300 locales chinos, de los 10 mil que funcionan en la Argentina (unos 3 mil están ubicados en la provincia de Buenos Aires). Los comercios que están radicados en la ciudad tienen como dueños y empleados a radicados provenientes de una misma región de China: Fujián.
Chinos en Rosario
En los Tribunales locales hay una decena de causas de esta naturaleza. Los grupos investigados están integrados por recaudadores asentados en la ciudad y en Buenos Aires. Un mecanismo violento que mueve un circuito aceitado: el botín que se obtiene tras las amenazas va a prestamistas que cobran al contado bajo el imperio de las balas. Y en este circuito de dinero ilegal se mueven varios rubros en paralelo.
La Capital mantuvo un extenso diálogo con uno de los pesquisas que entre el 4 de junio y el 27 del mismo mes fue parte de la delegación rosarina que viajó a Beijing y a la provincia costera de Shandong.
Parte de la comitiva estuvo integrada por el fiscal general Jorge Baclini y la fiscal que concentra los expedientes relacionados con la mafia china, Verónica Caini.
Los funcionarios mantuvieron contactos con autoridades judiciales y policiales en el marco de una experiencia de intercambio.
De lo relevado hasta ahora se infieren varias cuestiones. La inmensa mayoría de los chinos que desembarcaron en Rosario pertenecen a Fujián y muchos hablan un dialecto cerrado y distinto al mandarín.
Sus locales están identificados con dos o tres colores que reflejan pertenencia a una familia tradicional que explota un supermercado. “Si están pintados de azul pertenecen a un grupo determinado, pero si son rosas o amarillos son grupos antagónicos”, indica el investigador y acota: “Los que llegan a Rosario o son familiares de estas facciones o deben pedir permiso para radicarse acá. Es así como surgen los servicios de protección y control de la competencia”.
Algunos de estas personas eran militares expulsados del Ejército chino, que pagados por la mafia son los brazos ejecutores de las extorsiones. Mercenarios que cumplen funciones al mejor postor. Quienes acceden a las coacciones llegan a pagar entre 15 a 30 mil pesos por mes “por protección”.
“Es un tema cultural, que arrastran desde su zona de origen. Ahora, como muchos se han volcado a denunciar, se comienzan a conocer detalles”, explica el investigador a este diario.
“El número dos de la mafia china en Latinoamérica y mayor recaudador del país está o estuvo en Rosario. Come asado, juega al truco, va y viene por varias zonas del país y de China”, aseguró.
De las 35 causas que tienen como víctimas a ciudadanos chinos, una decena tiene un mismo denominador común: amenazas, uso de armas de fuego e intimidaciones en torno a la denominada mafia china. Pero no todo se explica por la extorsión a los supermercados. Muchas coacciones o venganzas son por deudas del juego clandestino.
De las investigaciones se deduce que todo está entremezclado. Amenazadores y amenazados en el rubro supermercadismo, y desde hace un tiempo el aumento de otros ilícitos. El hallazgo de tres personas de nacionalidad china que tenían la misma dirección, la misma identidad y el mismo DNI de extranjero.
Comercio sexual
“Tenemos el dato de que hay muchos chinos que ingresan de modo ilegal al país y ahora con el agravante de que traen prostitutas chinas para su propia comunidad”, aporta el pesquisa para dibujar la ruta por donde llega este tráfico ilegal de esclavos laborales y sexuales: China, Camboya, Rumania y de allí a Latinoamérica.
A los chinos ilegales se los alquila o “vende” para cualquier tarea, incluso el trabajo en huertas. Cada chino que llega debe reportarse de acuerdo a una escala de jerarquía interna. Se les retiene toda la documentación.
Quienes ya amasaron un patrimonio se vuelcan al juego. Ya sea en garitos o en el circuito oficial. Dinero en billetes que pasa de mano en mano, no hay sistema bancario de por medio. Y las deudas se cobran según los códigos del hampa.
En relación con el tráfico de personas existen antecedentes, aunque resulta muy complejo para la Justicia probar delitos: el silencio es moneda corriente. De la pensión ubicada en los altos de una casona de Sarmiento entre Rioja y San Luis fueron expulsados cuatros ciudadanos que llegaron como ilegales a la Argentina. Muchos por el “colador” de la Triple Frontera.
El investigador rosarino afirma que ya hay antecedentes de narcotráfico. Y pone de relieve contactos que la organización china tiene en territorio santafesino. Sino, advierte, no se explica cómo llegó a manos de quienes amenazaron a un colega supermercadista, una granada FMK 2. Ese artefacto se produce en la ex Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán.
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