Lola M., la joven que estafó a sus amigas en 25 mil dólares

El culebrón se conoció a través de un audio de Yanina Latorre. Se trata de un grupo de chicas del coqueto barrio porteño de Belgrano R., que fueron estafadas por una amiga, nombrada como Lola M. (no damos su apellido por tratarse de una menor y no hay causas judiciales por el momento).
Sucede que la chica, al mejor estilo de Anna Sorokin reflejada en la serie Inventing Anna de Netflix, vivía una vida ficticia a través de las tarjetas de crédito de sus amigas y los familiares de éstas. Sacó fotos a 25 tarjetas, las cargó en una cuenta de Paypal e hizo compras de toda índole por un valor que se calcula en 25 mil dólares.
Todo se descubrió cuando uno de los padres increpó a su hija por gastos de casi un millón de pesos “hasta esos gastos eran normales de todas las chicas, dice Latorre en el audio” (por cierto normales para cierta clase social no para el común de los mortales) “que se yo gastos normales como hacen las chicas de 200, 300, 400 dólares”. Y otra madre increpó a su hija por un recital de 600 dólares a lo que ésta respondió que no había ido y ahí comenzaron a controlar las compras y se dieron cuenta que había algo irregular.
La lista de compras de Lola M.
Trascendió en qué gastó la joven: ubers, vuelos, una noche en el Sheraton, ropa, carteras y lo más curioso; un par de anteojos que le regaló a una amiga con la tarjeta de esa misma amiga.
Las disculpas
La mencionada Lola envió un audio de disculpas a su amiga diciendo que no entiende por qué hizo lo que hizo y una serie de disculpas poco claras. Menciona que sacó la tarjeta a la hermana de la destinataria, pero no la usó. Al parecer, hay varios de esos audios.
“Me siento una mierda y no me estaría dando la cara para ir a decirte esto. Pero a tu tarjeta le saqué fotos y a la de tu hermana también. Las usé. Estoy muy arrepentida. No sé por qué lo hice. Sé que no vas a poder entender esto, ni yo lo entiendo. Tipo, nada va a justificarlo. Perdón, hoy estoy haciendo las cuentas de todo lo que les gasté a las chicas. Tipo, posta, tengo un problema enorme”, le dijo a una de sus amigas estafadas.
Hasta el momento se desconoce si hay denuncias formales por la estafa o si todo quedará en una anécdota. Una de las damnificadas es una madre que, según Latorre, “le paga la cuota de la Facultad porque los padres no están bien económicamente”.