Los fiscales confían en el poder probatorio de las escuchas
Los acusadores dirán que hay evidencia abundante de delito en cuatro causas distintas en las que actuaron cinco jueces. Ya hoy se pedirían penas.
Los fiscales Gonzalo Fernández Bussy y Luis Schiappa Pietra tendrán desde las 9 el difícil desafío de describir las responsabilidades de 25 acusados de integrar la banda de Los Monos. Deberán describir los delitos diversos que se les atribuyen y los roles que cumplieron en ellos. Muy probablemente en el alegato inicial también dejen definido el pedido de pena para cada uno de los acusados.
En el juicio serán consideradas cuatro situaciones delictivas. La primera es el funcionamiento de una asociación ilícita de 25 acusados a los que se les endilgan ilícitos tales como homicidios, abusos de armas, extorsiones, amenazas, usurpaciones con el propósito último de concretar negocios económicos, en especial, venta de drogas.
Tras la feria de enero las audiencias se reanudarán el 6 de febrero con otros tres incidentes delictivos. El primero es la balacera contra una casa que ocasionó la muerte de una nena de 14 años, Lourdes Cantero. Esa vivienda para los fiscales funcionaba como un búnker de la competencia y Ramón Machuca, alias “Monchi Cantero”, ordenó acribillarla. El segundo caso es el asesinato de Diego Demarre, dueño del boliche Infinity Night frente al cual fue asesinado Claudio “Pájaro” Cantero, en venganza por ese crimen. El tercero es el atentado a balazos a una camioneta frente al distrito Sudoeste donde murieron Nahuel César, Norma César y Marcelo Alomar.
¿Qué dirán los fiscales de estos hechos? Estos serán algunos de sus nudos argumentales:
– Los delitos están sustentados en contundentes y variadas pruebas de cargo. Esa evidencia se obtuvo en cuatro causas distintas en las que actuaron jueces diferentes que arribaron a las mismas conclusiones: Juan Carlos Vienna, Alejandra Rodenas, Patricia Bilotta, Luis María Caterina y Delia Paleari actuaron en la instrucción.
– Centrar a Los Monos como eje de la acusación tiene razones jurídicas. La causa de asociación ilícita se inicia con el crimen de Martín “Fantasma” Paz el 8 de septiembre de 2012. Desde el inicio queda claro que los Cantero podrían estar atrás de ese homicidio. En la lista de contactos de uno de los dos teléfonos celulares de la víctima —secuestrados en su poder en la escena del crimen— figuraba por seudónimos la plana mayor de la banda y personal policial allegado. La pericia registra en la agenda el de “Pájaro” Cantero, del condenado policía Juan “Chavo” Maciel, de “Monchi”, dos teléfonos de Guille Cantero y uno de Ariel Cantero. Queda claro en el expediente que el Fantasma Paz y los Cantero tenían relaciones económicas que pudieron haberse malogrado.
– En los primeros meses a cada testigo que declaró en sede judicial y que presentaba algún tipo de relación personal con la víctima se le preguntó sobre la relación del Fantasma con los Cantero. La División Judicial D-5 Brigada Operativa toma la prevención del hecho cedido por la Sección Homicidios y el 22 de abril de 2013 manifiesta estar abocada a una línea denominada sicarios, “liderada por el llamado Ramón Ezequiel Machuca”, que asegura que el Fantasma fue asesinado por un hombre de esa organización llamado Alejandro Norberto González. A partir de allí se ordenan intervenciones telefónicas en la única línea de investigación viable hasta ese momento. El 23 de abril se ordenan las primeras escuchas.
– De todo el cuerpo de escuchas surgen con claridad los miembros del grupo, sus conexiones policiales, sus actividades y los delitos planificados. También se interceptan los delitos antes de cometerse, con las menciones de los nombres de las víctimas, y diálogos entre imputados una vez que estos hechos se concretaron. Es en especial evidente en los homicidios de Lourdes Cantero, de Diego Demarre y del triple asesinato frente al distrito Sudoeste.
– Los fiscales alegan que el juez Vienna tenía motivos fundados para ordenar escuchas contra los Cantero. Estas fueron convalidadas por camaristas como Carlos Carbone, José Luis Mascali, Carina Lurati, Daniel Acosta y Rubén Darío Jukic.
– En especial se hará hincapié en que el camarista Jukic consideró razonable que Vienna estableciera que el homicidio del Fantasma Paz hubiera sido planificado por una asociación ilícita. Dijo que “no puede sostenerse que ese asesinato sirvió como «excusa» para despachar prueba utilizada” contra Los Monos. Jukic indica incluso que los reproches contra algunos policías intervinientes en las investigaciones no justifica “de manera alguna” desaprovechar la evidencia que estos recolectaron. En todo caso esa conducta podrá ser motivo de investigación pero no para hacer caer la prueba.
– La escucha telefónica acaso más relevante, la que es esencial para la reconstrucción de los delitos que serán juzgados desde hoy, es la que se requirió sobre el que resultó ser el Nextel de Ramón Machuca. Esa orden no la dio Vienna, que será el centro de las objeciones de la defensa, sino la jueza Raquel Cosgaya, el 9 de mayo de 2013.
– Las escuchas son un elemento importante pero no exclusivo. En el caso de los homicidios de Diego Demarre hay videos de fuerte carga probatoria que además entrelazan a las personas que aparecen, en la cadena de indicios, con las que se ven en el Hospital Clemente Alvarez cuando el Pájaro Cantero estaba internado previo a su muerte.
– Con los mismos elementos que serán expuestos en este juicio once personas fueron acusadas en abril de 2015 por asociación ilícita en un juicio abreviado. Todos aceptaron haber cometidos los delitos señalados en la pesquisa y recibieron pena, representados por defensores que ahora reprochan esa prueba, pero que antes la dieron por buena.
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