Maradona debuta hoy como DT de Gimnasia de La Plata

El equipo de Maradona recibe hoy a la mañana a la academia del Chacho Coudet en el Bosque.

Llegó el momento del debut. Diego Armando Maradona sale a escena otra vez en el medio de una sobresaliente expectativa. Con el buzo de DT de Gimnasia, el Diez intentará mejorar el andar del tripero cuando a las 11 reciba al último campeón, Racing, en un bosque floreciente y con aroma de salvación, más allá de que la empresa no sea para nada simple. El encuentro se desarrollará a las 11, en el estadio Juan Carmelo Zerillo, en la ciudad de La Plata, con el arbitraje de Diego Abal y televisado por Fox Sports. La expectativa, que hace tiempo se instaló, llegó a su máxima expresión.

Llega Maradona tras 23 años y cuatro meses sin trabajar como DT en Argentina. Y todo cambia. La inconmensurable popularidad y el carisma del campeón mundial de 1986 y uno de los mejores jugadores de la historia produjo un radical cambio de ánimo, instigando un tsunami de positivismo y elevando el ánimo más decaído a la altura del monte Everest.

Esta vez no iba a ser la excepción y la revolución se produjo en La Plata, más precisamente en Gimnasia, un equipo que parece casi condenado al descenso que con la llegada del Diez (secundado por Sebastián Méndez) parece renacer de las cenizas y se apresta a dar batalla a cualquiera con el fin de mantenerse en la élite del fútbol argentino.

Locura con su llegada, éxtasis con el primer entrenamiento a cancha llena, millonarios ingresos con la venta de camisetas, pasión, amor e ilusión, todo ello trajo Diego consigo una vez que puso el pie en el estadio del equipo que es dueño de la mitad de los hinchas de la capital bonaerense.

Nada cambió y todo cambió con la llegada de Maradona. Nada porque el plantel del tripero sigue siendo el mismo, con igual calidad, limitaciones y falencias, sufriendo un escuálido promedio que lo ubica último, pero a la vez todo cambió porque revitalizó al grupo.

Enfrente estará Racing, que llega a La Plata con una opaca campaña. Y encima se presenta “el” Diego, el de la gente.